La Comunidad de Madrid ha publicado dos nuevas convocatorias de ayudas destinadas a la conservación de razas autóctonas en peligro y a la mejora de la sanidad vegetal, según publica hoy jueves el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM).
La primera convocatoria, regulada por la Orden 3615/2024 de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, cuenta con una dotación de 180.000 euros para fomentar la conservación y cría de razas autóctonas amenazadas. Entre las beneficiarias figuran la cabra de Guadarrama, la oveja Rubia de El Molar y la oveja Colmenareña.
Este programa tiene como objetivo apoyar a las asociaciones de ganaderos que gestionan los Libros Genealógicos de estas especies, esenciales para preservar el patrimonio genético y cultural de la región. La Consejería ha destacado la importancia de estas razas para la sostenibilidad ambiental y la economía rural.
Según el Gobierno regional, estas especies son clave para mantener los ecosistemas locales, ya que su manejo contribuye a la gestión sostenible de los pastos y la prevención de incendios forestales. Las organizaciones interesadas disponen de un mes desde la publicación en el BOCM para presentar sus solicitudes.
Asimismo, subrayan que las razas autóctonas no solo tienen valor ecológico, sino que también desempeñan un papel en la gastronomía y el turismo rural, sectores clave para muchas localidades de Madrid. Por ello, las ayudas a los ganaderos tienen un impacto positivo más allá del ámbito agropecuario, beneficiando a las comunidades rurales en su conjunto.
AGRUPACIONES DE TRATAMIENTOS INTEGRADOS EN AGRICULTURA
Por otro lado, la Orden 3982/2024 abre una segunda convocatoria de ayudas dirigidas a las Agrupaciones de Tratamientos Integrados en Agricultura (ATRIA). Con un presupuesto de 65.000 euros, estas subvenciones buscan impulsar la mejora de la sanidad vegetal mediante programas de gestión integrada de plagas.
Cada ATRIA podrá recibir hasta 15.000 euros anuales para financiar asesoramiento técnico especializado y acciones que optimicen la calidad de los cultivos.
El plazo para acceder a estas ayudas es de ocho días hábiles a partir de su publicación en el BOCM. Este periodo breve responde a la necesidad de implementar las medidas de sanidad vegetal de manera urgente, dado el impacto que las plagas y enfermedades tienen sobre la producción agrícola en la región.
En cuanto a las ATRIA, las autoridades han destacado que estas agrupaciones representan un modelo eficiente para la gestión de plagas, ya que permiten coordinar acciones entre agricultores y fomentar prácticas sostenibles que reduzcan el uso de productos fitosanitarios. Esto, a su vez, contribuye a mejorar la seguridad alimentaria y la calidad de los productos agrícolas.
