El Mando Central del Ejército de Estados Unidos ha anunciado una ola de ataques efectuados este domingo contra 75 objetivos de Estado Islámico en el centro de Siria, solo horas después de la caída del régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, para evitar la reconstitución de la organización yihadista en este caótico momento.
El CENTCOM describe una ola de ataques contra «líderes, operativos y campamentos de Estado Islámico» con el objetivo de que la organización, todavía activa en Siria, «no intente aprovechar la situación actual para reconstituirse en el centro del país».
«La operación ha atacado más de 75 objetivos utilizando múltiples activos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, incluidos B-52, F-15 y A-10», ha añadido el CENTCOM, que de momento dice no tener constancia de víctimas civiles.
El comandante del CENTCOM, el general Michael Kurilla, ha avisado en el mismo comunicado que Estados Unidos actuará de la misma forma «contra todas las organizaciones en Siria que se asocien con Estado Islámico o lo respalden de cualquier forma».
Minutos antes de este anuncio, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ya avanzó en una comparecencia pública el comienzo de estos ataques como primera medida de reacción norteamericana a la caída de Al Assad.
«Tenemos claro que Estado Islámico intentará aprovechar cualquier vacío para restablecer sus capacidades y crear un refugio seguro. No permitiremos que eso suceda», ha manifestado antes de confirmar que los militares estadounidenses desplegados en Siria — se encuentran en el este del país — seguirán en sus puestos.
«Seguiremos vigilantes» ha avisado Bidena antes de recordar que «algunos de los grupos rebeldes que derrocaron a Al Assad tienen su propio historial sombrío de terrorismo y abusos de los derechos humanos», en una referencia implícita a una de las principales organizaciones implicadas en la ofensiva contra Al Assad, el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham.