El baloncesto universitario siempre ha sido una cantera de talento para la NBA, y en los últimos años, pocos jugadores han generado tanta expectativa como Cooper Flagg, el prodigioso talento de los Duke Blue Devils. Con 2,06 metros de estatura y un perfil que lo convierte en un escolta o alero versátil, Flagg ha captado la atención tanto de los aficionados como de los ojeadores de la NBA, quienes lo ven como uno de los prospectos más completos de la última década. Ahora, tras la lotería del draft 2025, en la que Dallas Mavericks obtuvo el primer pick, todo parece indicar que Flagg será elegido como la primera selección, lo que marcará el comienzo de una prometedora carrera en la NBA.
El ascenso meteórico de Cooper Flagg
Cooper Flagg no es un nombre desconocido en el mundo del baloncesto. Desde sus años en la escuela secundaria, ya se perfilaba como una futura estrella de la NBA. Nacido en Windham, Maine, Flagg se destacó desde joven por su combinación de habilidades, atletismo y una ética de trabajo implacable. Aunque su tamaño es impresionante, lo que realmente lo distingue es su inteligencia en la cancha, su capacidad para impactar el juego en ambos extremos y su habilidad para hacer mejores a sus compañeros.
Durante su paso por la Academia Montverde, una de las instituciones educativas más prestigiosas en el desarrollo de baloncesto juvenil, Cooper se hizo notar en cada torneo importante, enfrentando a algunas de las mejores promesas del baloncesto mundial. A medida que avanzaba en su desarrollo, quedó claro que su futuro estaba en la élite del baloncesto, y su nombre comenzó a sonar con fuerza entre los analistas de NBA.
Un jugador de múltiples facetas
Lo que hace a Cooper Flagg tan especial no es solo su tamaño, sino la variedad de habilidades que puede ofrecer. Si bien es un jugador alto para un escolta o alero, su capacidad para moverse en la cancha es sobresaliente. Su agilidad y movimientos rápidos le permiten adaptarse a casi cualquier estilo de juego, ya sea como un anotador desde el perímetro, un defensor imponente o un reboteador inusual para su posición.
Uno de los aspectos más impresionantes del juego de Flagg es su defensa. Tiene la capacidad de defender tanto a jugadores más pequeños en el perímetro como a jugadores grandes en la zona interior. Su instinto defensivo y su capacidad para leer el juego lo hacen una verdadera amenaza en ambos lados de la cancha. El timing para bloquear tiros, un atributo muy valorado en la NBA, es otra de sus grandes fortalezas. Además, su habilidad para robar balones y anticipar jugadas lo convierte en un jugador clave en las transiciones defensivas.
En el lado ofensivo, Flagg es igual de completo. Su habilidad para anotar desde el perímetro lo convierte en una amenaza constante desde el arco de tres puntos. Sin embargo, su versatilidad no termina ahí, también es capaz de penetrar la defensa rival, utilizando su tamaño y fuerza para finalizar cerca del aro. Además, tiene una visión de juego y una capacidad para distribuir el balón que lo hacen aún más peligroso, permitiéndole hacer que sus compañeros se involucren de manera eficiente.
Su inteligencia baloncestística es otro de los rasgos que lo diferencia de otros prospectos. Sabe cuándo acelerar el ritmo del juego y cuándo ser más conservador. Su lectura del juego y su capacidad para tomar decisiones rápidas le dan una ventaja sobre otros jugadores de su edad, lo que lo convierte en una pieza fundamental para cualquier equipo que busque un jugador multidimensional.
La decisión de unirse a Duke: La plataforma para la NBA
La decisión de Cooper Flagg de unirse a los Duke Blue Devils, uno de los programas más prestigiosos de la Atlantic Coast Conference (ACC), ha sido clave en su evolución como jugador. Bajo la dirección del legendario entrenador Jon Scheyer, Flagg ha tenido la oportunidad de enfrentarse a una competencia de alto nivel, lo que le ha permitido pulir aún más su juego.
A pesar de ser uno de los jugadores más codiciados en el baloncesto universitario, Flagg ha mostrado una madurez notable en la cancha. En su temporada con los Blue Devils, ha demostrado ser un líder natural, no solo por su habilidad técnica, sino también por su capacidad para mantener la calma bajo presión y guiar a su equipo cuando más lo necesitan.
En la temporada 2024-2025, Flagg fue pieza clave en la buena temporada de Duke en la NCAA, llevándolos a rondas avanzadas en el Torneo de la NCAA, donde se destacó por su capacidad de influir en el juego tanto en ataque como en defensa. Sus estadísticas fueron impresionantes, promediando más de 16 puntos por partido, con un porcentaje de tiros de campo de más del 50%, y contribuyendo con rebotes y asistencias de manera significativa. La consistencia en su rendimiento durante toda la temporada solidificó aún más su estatus como el jugador universitario más prometedor de los últimos años.
¿Por qué Dallas debería elegirlo?
El draft de la NBA 2025 promete ser uno de los más emocionantes de la última década, y todo hace indicar que Cooper Flagg será el número 1. Con los Dallas Mavericks ganando la lotería del draft, Flagg es una opción ideal para un equipo que busca un jugador que pueda aportar en múltiples aspectos del juego desde el primer día.
El rendimiento de Flagg en Duke ha sido ejemplar, y su capacidad para adaptarse al estilo de juego de la NBA será fundamental para el éxito de los Mavericks. Tras la salida de Luka Dončić, uno de los jugadores más talentosos de la liga, los Mavs podrían rehacer su franquicia sobre la nueva promesa del baloncesto estadounidense.