Un trabajo de la Universidad de Harvard (EE. UU.) y colaboradores sugiere que la postura parasagital evolucionó mediante un proceso indirecto, dinámico y radial.
La transición de una postura y locomoción despatarrada (similar a la de un reptil) a una más erguida (parasagital) fue un evento transformador en la evolución de los mamíferos. Ahora, este estudio publicado en la revista de acceso abierto ‘PLOS Biology’ demuestra además que fue una transición muy dinámica y compleja.
Los sinápsidos no mamíferos (vertebrados tetrápodos), ancestros de los mamíferos actuales, experimentaron una importante reorganización musculoesquelética, incluyendo modificaciones en las extremidades anteriores. Sin embargo, se desconoce cuándo y cómo estas transformaciones anatómicas se tradujeron en una postura de las extremidades similar a la de los mamíferos y en la locomoción erguida. Investigaciones previas basadas en observaciones cualitativas del registro fósil habían planteado la hipótesis de que la transición evolutiva de la postura extendida a la erguida fue una progresión directa con etapas posturales discretas.
Para comprender mejor los orígenes y la evolución de la postura en los mamíferos, los investigadores analizaron húmeros fosilizados de sinápsidos de más de 200 especies de tetrápodos. Compararon húmeros fosilizados de sinápsidos con los de una serie de húmeros de salamandras, reptiles, monotremas y mamíferos terios erguidos actuales, examinando la longitud humeral, la torsión, la palanca muscular, la resistencia a la flexión y el radio de giro. Posteriormente, modelaron computacionalmente la relación entre la forma, la función y la postura ósea para visualizar diferentes escenarios evolutivos de la evolución de la postura erguida en los mamíferos terios.
Los investigadores descubrieron que los sinápsidos ancestrales presentaban una postura despatarrada, pero su anatomía y movimiento eran distintos a los de los actuales. La postura erguida de los mamíferos modernos implicó una reorganización fundamental del sistema musculoesquelético y la expansión de las diferencias en la función de las extremidades anteriores, lo que sugiere que los mamíferos comenzaron a caminar erguidos más tarde de lo que se creía. El estudio presentó varias limitaciones, como la incertidumbre sobre la longitud de las ramas filogenéticas y las fechas estimadas de divergencia de los taxones. Se necesitan estudios futuros para desarrollar mayor especificidad y certeza sobre la postura de las extremidades en diferentes taxones.
Según los autores, «hipótesis previas postulan la transición sinápsida ‘expansión-parasagital’ como una serie de cambios posturales discretos; nuestro estudio respalda la idea de que la evolución sinápsida es una serie de radiaciones sucesivas, con clados principales que exhiben una considerable variación funcional (y postural). Nuestros datos sobre la morfología del húmero y la evolución de los rasgos funcionales sugieren que la postura parasagital evolucionó tardíamente, en los terios troncales».
«El origen de la postura erguida de los mamíferos es clave en su historia evolutiva», añade el doctor Robert Brocklehurst, de la Universidad de Harvard y autor principal del estudio. «Sin embargo, ha habido mucha incertidumbre sobre cuándo y cómo evolucionaron las posturas erguidas de los mamíferos modernos. Se ha trabajado en este problema durante más de 100 años, pero históricamente la atención se ha centrado en la forma ósea de unos pocos fósiles excepcionalmente conservados. Sabíamos que, si queríamos comprender el panorama general de la evolución de la postura en los mamíferos y sus ancestros, necesitaríamos observar tantos fósiles como fuera posible y comprender a fondo la función y la mecánica ósea, no solo la forma».
«Al reunir un conjunto de datos sin precedentes que abarca toda la evolución de los sinápsidos, logramos la resolución necesaria para desentrañar la transformación de nuestros extensos ancestros sinápsidos a los mamíferos de extremidades erguidas actuales», agrega la profesora Stephanie Pierce, también experta de la Universidad de Harvard y coautora principal del artículo. «Nuestros resultados muestran que la postura y la función de las extremidades anteriores, características distintivas de los mamíferos modernos, surgieron sorprendentemente tarde en la evolución de los sinápsidos; esta adquisición tardía sentó las bases del extraordinario éxito ecológico de los mamíferos».
Los autores añaden: «Si bien los ancestros de los mamíferos, en general, se volvieron más erguidos con el paso del tiempo, hubo mucha variación en cada grupo principal de ancestros mamíferos. Estos fósiles no fueron simples trampolines, sino animales que evolucionaron para explorar una amplia gama de ecologías, nichos y hábitats».