El Ministerio de Exteriores de Colombia ha anunciado este sábado el regreso a casa de otros 118 nacionales colombianos que han sido deportados desde Luisiana (EEUU) en un vuelo fletado por el Gobierno estadounidense «en el marco de la cooperación bilateral en temas migratorios» entre ambos países.
«Los connacionales, provenientes de Alexandria (Luisiana), fueron 90 hombres y 28 mujeres. Ninguno presenta asuntos judiciales pendientes. El retorno se realizó bajo garantías humanitarias, conforme a lo acordado entre ambos Gobiernos», ha explicado el Ejecutivo colombiano en un comunicado oficial.
El aterrizaje ha tenido lugar en la capital del país, Bogotá, y el traslado se ha dado «con pleno respeto por los derechos humanos» de las personas deportadas, a las que se dotará con «un estipendio de mil dólares por parte del Gobierno estadounidense luego de su deportación», según informa la misma nota.
El regreso de estos ciudadanos se da en un contexto de recientes tensiones diplomáticas entre Colombia y Estados Unidos.
Las relaciones entre ambos países no pasan por su mejor momento desde que Donald Trump regresó a la Casa Blanca en enero de este año.
Ese mismo mes, surgió la primera crisis después de que el presidente colombiano, Gustavo Petro, se negara a permitir el aterrizaje de dos aviones con 160 colombianos deportados debido a las malas condiciones en las que eran trasladados.
Esta decisión generó una reacción por parte Donald Trump, quien en represalia respondió con la imposición de nuevas tasas comerciales, controles a las exportaciones y limitaciones en la emisión de visados.
La situación, que se prolongó durante varios días, fue superada gracias a intensas negociaciones diplomáticas en las que Washington y Bogotá acordaron establecer nuevas directrices para las repatriaciones, dando prioridad a criterios humanitarios, y levantar las sanciones que se habían impuesto mutuamente.
Sin embargo, la relación bilateral entre Estados Unidos y Colombia ha quedado empañada por un clima de desconfianza que no termina de disiparse debido al creciente endurecimiento de las políticas migratorias de Trump en lo que va de su segundo mandato.