Cannes, el refugio chic del sur de Francia, esconde un tesoro de la historia de la moda que ahora puede ser disfrutado por los más sibaritas. Se trata de la residencia de verano donde Coco Chanel pasaba largas temporadas desde los años 20, una propiedad discreta pero majestuosa que ha sido cuidadosamente restaurada por la firma para ofrecer estancias exclusivas en un entorno que rezuma glamour e historia. Las suites, inspiradas en el gusto exquisito de la diseñadora, están disponibles para alquilar bajo estricta reserva.
Situada en las colinas que dominan la bahía de Cannes, la villa —conocida como ‘La Pausa’— fue escenario de reuniones con artistas, aristócratas y editores de moda. La propia Gabrielle Chanel rediseñó cada rincón del inmueble, aportando su minimalismo característico, el amor por el blanco, el negro y los toques dorados, y una sobriedad elegante que se mantiene hasta hoy. Dormir en sus habitaciones es revivir el espíritu de una mujer que revolucionó la silueta femenina.
‘La Pausa’ fue el segundo hogar de Gabrielle. Allí disfrutó de algunos de sus momentos más felices jugando al tenis, bailando, relajándose y recibiendo a una gran variedad de invitados. En el periodo de entreguerras, muchos de los artistas más destacados de la época se alojaron allí, entre ellos Salvador Dalí, quien pasó cuatro meses en la villa en 1938, durante los cuales creó algunas de sus pinturas más icónicas.