La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha denunciado ante las autoridades de consumo de las correspondientes comunidades autónomas las «malas prácticas» observadas en ocho festivales de música al aire libre.
En concreto, se trata del Degusta Fest (Granada), Icónica Fest (Sevilla), Bella Festival (Marbella), el Boombastic Costa del Sol (Málaga), el FIB (Benicàssim), Movida Sound (Barbate), Dreambeach (Almería) y el Reggaetón Millennial Fest (Alicante).
En este sentido, ha explicado que la mayoría de los festivales coinciden en cobrar una comisión de entre dos y tres euros para poder recuperar el saldo de la pulsera cashless, «un medio de pago obligatorio que limita además el derecho de los asistentes a usar el efectivo». «Es más, a veces se impone un plazo de pocos días para reclamar la devolución», ha agregado.
Asimismo, la OCU ha avisado de que el cobro de un recargo por salir y volver a entrar al festival es «otra mala práctica bastante común que no responde a ningún servicio adicional», ya que «el control de aforo es inherente a la organización del evento» y puede tener un coste «de hasta 35 euros». Además, advierte de que «podría considerarse una retención ilegal».
Igualmente, ha añadido que también es «abusivo» no contemplar la devolución de la entrada por causas climatológicas, o por el cambio del cartel. «En un festival, los artistas asistentes al mismo son el elemento esencial para que los usuarios decidan comprar la entrada y asistir», ha apuntado.
Otra «mala práctica» para la OCU es la prohibición de entrar con alimentos y bebidas, que considera «abusiva», ya que «la actividad principal del festival es artística y musical, no alimentaria». Si bien, la organización ha añadido que este año es «menos frecuente» y que se contempla en la normativa de varias autonomías.
RECLAMA SANCIONES Y OBLIGAR A DEVOLVER CARGOS
La OCU ha pedido a las autoridades de consumo de las comunidades autónomas donde se han detectado estos «abusos» que impongan las sanciones establecidas y obliguen a la empresa a devolver los cargos «indebidamente cobrados».
«Aunque lo ideal sería que el Ministerio de Consumo desarrollara una normativa homogénea sobre los derechos de los asistentes a este tipo de eventos, estableciendo a su vez compensaciones automáticas en caso de malas prácticas. Y es que hoy por hoy, salvo en el caso de Asturias, la legislación autonómica es permisiva y generalmente favorable a los intereses de los promotores de los festivales de música al aire libre», ha expuesto la OCU.
Finalmente, ha animado a los afectados a solicitar la hoja de reclamaciones y ha avisado de que si el establecimiento no dispusiera de ella, se debe llamar a la Policía Local para que se persone. Además, ha recordado que algunas de estas acciones, como la suspensión de un festival o los cambios de última hora en el cartel de grupos podrían implicar, además del reembolso del dinero, una reclamación por daños y perjuicios derivados de los gastos asociados que hubiera supuesto el traslado del aficionado.