El expresidente de Perú Pedro Castillo ha apelado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que interceda tanto por sus derechos como por los de aquellos ciudadanos afines a su figura y que han salido a las calles en los últimos días tras la destitución y detención del exmandatario.
«¡Basta ya! Sigue el atropello, la humillación y el maltrato», reza una carta manuscrita por el propio Castillo, y que ha sido difundida en su perfil oficial de la red social Twitter, en la que rechaza la petición de 18 meses de prisión preventiva solicitada por la Fiscalía.
Ante esta situación, el exmandatario ha pedido la intervención del órgano interamericano y ha aprovechado para acusar directamente a los jueces y fiscales del país como «responsables (…) de lo que pase en el país».
Después de ver como el Supremo rechazó el martes su apelación a la detención provisional, Castillo está ahora a la espera de que se decida si deberá pasar 18 meses en prisión de forma preventiva, tal y como lo ha solicitado la Fiscalía.
En estas, el expresidente ha hecho un llamamiento a sus seguidores para que concurran al centro de detención de la Policía Nacional peruana en Lima, donde permanece aún privado de libertad, para recibirlo cuando finalice su detención preliminar, este miércoles pasado el mediodía.
Castillo se encuentra detenido después de que el pasado 7 diciembre anunciara la disolución del Congreso y la instauración de un gobierno de excepción. Su decreto, que no recabó ningún apoyo, terminó por llevar al Parlamento a apoyar una moción de censura en su contra y a la posterior detención por la Policía del país.
Este miércoles se acaba el plazo de su detención preliminar, si bien la Fiscalía ha solicitado a la Justicia peruana 18 meses de prisión para Castillo.
No obstante, ahora el Poder Judicial tiene un plazo de 48 horas para programar una audiencia sobre esta petición realizada por la Fiscalía, todo ello como parte de la ya oficializada investigación contra el expresidente por rebelión.
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