El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha conseguido recabar los avales necesarios para revalidar su liderazgo al frente de la formación, sin que por el momento consten eventuales rivales a su candidatura, al tiempo que ha negado la existencia de una «crisis interna» en el seno del partido.

El plazo para presentar candidaturas y recoger los 3.269 avales para poder postularse a presidente de Vox termina este martes y Abascal es el único aspirante claro. El adelanto del congreso interno, inicialmente previsto para marzo, hace prácticamente imopsible que cualquier afiliado pueda competir para encabezar el partido. Ya en la última asamblea, Abascal no tuvo contrincantes y fue reelegido sin oposición.

Este martes, en declaraciones a los medios en el pasillo del Senado, el líder de Vox ha anunciado que ya posee los avales necesarios para presentar su candidatura, lo que hará durante lo que resta de jornada. Requerido sobre si sabe de algún afiliado que le dispute el cargo, se ha limitado a señalar que «no le consta».

SI HUBIERA CRISIS, SE VERÍA

Abascal también ha aludido a la corriente de militantes críticos con su decisión de adelantar la cita interna, a los que se atribuye la redacción de un texto que reclama un congreso refundacional del partido con el objetivo de desbancar al líder y a lo que consideran como su «búnker», en alusión al vicepresidente y cabeza de Vox en Bruselas, Jorge Buxadé; el diputado Ignacio Hoces; Kiko Méndez Monasterio; y Gabriel Ariza.

El presidente de Vox ha dicho que, en caso de existir «crisis interna», «se vería» en la Asamblea. «Si hay crisis interna, si hay mucho descontento, si hay corrientes ideológicas, eso afloraría en la convocatoria de una asamblea y, a día de hoy, no tengo noticias de que eso vaya a ocurrir», ha agregado, antes de culpar a los medios de publicar noticias sobre estos extremos.