Al menos un niño de once años ha fallecido y 30 personas más han resultado heridas en un ataque aéreo ruso contra un edificio de nueve pisos en la ciudad ucraniana de Járkov, según han denunciado las autoridades locales.
El alcalde de Járkov, Ígor Teréjov, ha confirmado esta noche el balance a través de su canal de Telegram, mientras que el gobernador de la región homónima, Oleg Sinegubov, ha explicado que el menor de edad había sido rescatado poco antes con graves heridas en la cabeza y fracturas y que los servicios de emergencias realizaron técnicas de reanimación durante más de media hora, si bien no fue posible salvar al niño.
Poco antes, Sinegubov indicó que Rusia atacó un edificio con una bomba aérea guiada, que produjo un incendio en la entrada del edificio y que varios de los coches han quedado dañados. «La destrucción de la casa es bastante significativa, por lo que puede colapsar, y amenazar el trabajo de los rescatistas», ha advertido.
«Los aliados ven lo que sucede todos los días. Y en estas condiciones, cada una de sus decisiones retrasadas significa al menos decenas, si no cientos, de esas bombas rusas contra Ucrania. Sus decisiones son la vida de nuestro pueblo. Por lo tanto, juntos debemos detener a Rusia y hacerlo con toda la fuerza posible», ha manifestado.
Hace dos días, otras cuatro personas murieron también en la ciudad de Járkov como consecuencia de un bombardeo del Ejército ruso llevado a cabo de madrugada. Como consecuencia, dos edificios residenciales quedaron destruidos y una veintena sufrieron daños de distinto grado.