La alcaldesa de Valencia, María José Catalá (PP), ha asegurado este martes que el consistorio no desmantelará la acampada por el derecho a la vivienda y el territorio y contra la turistificación que se celebra en la plaza del Ayuntamiento de la ciudad «si no genera ningún problema» y ha abogado así por el «orden» y la «convivencia» y por que se puedan plantear «inquietudes tranquilamente».
«Nosotros, si no generan ningún problema, orden y convivencia. Y que las personas puedan manifestar sus inquietudes tranquilamente», ha respondido Catalá preguntada por esa acampada y por si el consistorio tiene previsto pedir el desalojo de las personas que están en ella. «Orden y convivencia», ha reiterado la responsable municipal, que ha insistido en su idea de «garantizar el orden y la convivencia en esta ciudad».
La primera edil, que ha realizado estas declaraciones tras recibir al conductor de la EMT que impidió una agresión machista a bordo de un autobús, ha comentado, preguntada por si esa acampada es una ocupación de la vía pública, que «es discutible legalmente si es una ocupación de la vía pública o es una concentración, una manifestación».
Tras ello, ha descartado «pasar el balón entre unas y otras administraciones» sobre esa protesta y ha asegurado que lo que intentan «garantizar la Policía Nacional y la Policía Local es el orden y la convivencia».
María José Catalá ha reconocido el carácter pacífico de la acampada y ha reiterado que se produce ante «una realidad que vive» España. «Están haciendo una manifestación pacífica y, evidentemente, se responde a una realidad que vive nuestro país», ha apuntado.
«Es cierto que la vivienda es un derecho que está siendo difícil para los jóvenes y para muchas personas en este momento. Y en ese contexto, lo único que puedo decir como alcaldesa de València es que respeto absolutamente y empatizo con esa reivindicación», ha añadido respecto a la acampada ante el consistorio, al tiempo que ha hablado del «fracaso de las políticas de vivienda del gobierno anterior» de València «y, en general, del Gobierno de España».
Catalá ha asegurado que como primera edil está haciendo en el casi año y medio que lleva al frente del consistorio valenciano «todo lo que puede» para favorecer el acceso a la vivienda. «Todo lo que está al alcance del Ayuntamiento de València», ha manifestado, además de repetir que ese «no es un problema solo de la ciudad ni que competa exclusivamente al Ayuntamiento».
«Si están todas las administraciones involucradas, estaría muy bien que todas las administraciones hicieran un gran acuerdo por la vivienda porque es un problema que afecta a muchísima gente», ha resaltado la primera edil.
Respecto a la capital valenciana, la alcaldesa ha criticado de nuevo que durante «los últimos ocho años», en los dos mandatos progresistas anteriores al suyo, solo «14 viviendas protegidas» se pusieran «en el mercado». «Venimos de una herencia muy mala y de una gestión inasumible e insoportable del anterior gobierno», ha lamentado, para manifestar a continuación que su equipo está «haciendo todo lo que puede» para fomentar el acceso a la vivienda.
«LA MEJOR RECETA, HACER VIVIENDA»
«Hemos puesto en marcha unas 1.000 viviendas protegidas, vamos a continuar trabajando por ese derecho, pero, evidentemente, no nos compete a nosotros. Pero hacemos lo que podemos y empatizamos tremendamente con una realidad que demuestra el fracaso de las políticas de vivienda de –el presidente del Gobierno central– Pedro Sánchez y del anterior gobierno –local de– Partido Socialista y Compromís en esta ciudad», ha apostillado.
María José Catalá ha reiterado que «la mejor receta para que la gente tenga una vivienda es hacer vivienda» y ha precisado que «la mejor receta para que la gente tenga una vivienda, en este caso con un módulo económico asumible, es hacer vivienda protegida». «La solución es la VPO. Esa es la solución», ha subrayado.
«MEDIDAS QUE FUNCIONEN»
Preguntada por si la expansión del turismo es uno de los factores que están contribuyendo a la reducción de oferta de vivienda habitual y por medidas al respecto, la alcaldesa ha resaltado que el consistorio ha impulsado bajo su mandato «una moratoria de licencias a apartamentos turísticos». «Si hacemos una moratoria, evitamos la proliferación de apartamentos turísticos, en este caso, ilegales», ha agregado.
Igualmente, ha apuntado que se han paralizado «1.000 licencias de apartamentos turísticos solicitados antes la moratoria» y ha dicho que «desde la moratoria a aquí no se han autorizado licencias» y «se han hecho inspecciones». «Estamos trabajando en la hoja de ruta que creemos que es la más razonable o más efectiva. De esto se puede hablar mucho, se puede tener una muy buena intención, pero lo que hay que poner son medidas que funcionen», ha subrayado.
Catalá ha concretado que «la medida que funciona es primero limitar los apartamentos turísticos en la ciudad» y ha aseverado que eso es algo que ha hecho su ejecutivo. «El anterior, en 2018, autorizó apartamentos turísticos en bajos comerciales. Fue un gran error. Y este gobierno lo que ha hecho es redoblar las inspecciones, limitar y hacer una moratoria de licencias de apartamentos turísticos y poner en marcha 1.000 VPO en un año», ha planteado.
La primera edil ha asegurado que el «trabajo que está haciendo este ayuntamiento por la vivienda en València no se ha hecho en la última década en esta ciudad».
«LA LETRA LA PONE CADA AYUNTAMIENTO»
Preguntada también por la llegada de cruceristas a la ciudad por los límites que se puedan establecer en este ámbito, así como por si hay diferencia de criterio a este respecto entre el Ayuntamiento que dirige y la Generalitat, Catalá ha indicado que tuvo «la oportunidad de hablar muy recientemente con el presidente de la Generalitat –Carlos Mazón (PP)– de este y de muchos otros temas» y ha trasladado que él dice a los alcaldes que «el turismo es la música» y que «la letra la pone cada ayuntamiento». En esta línea, la primera edil ha declarado que su equipo va a poner «la letra al tipo de turismo» que quiere para la ciudad.