La ONG Amnistía Internacional ha tachado de «vergonzosa» la decisión de la Comisión Europea de estudiar la posible creación de centros de deportación de migrantes fuera de la Unión Europea, una medida que consideran contraria al Pacto sobre Migración y Asilo y a los informes previos emitidos desde Bruselas.
La presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, ha planteado por carta a los líderes de los 27 estudiar las políticas de Italia, que esta misma semana ha trasladado a Albania a un primer grupo de solicitantes de asilo en virtud de un acuerdo bilateral. Para Amnistía, la búsqueda de supuestas soluciones «innovadoras» es cuanto menos «alarmante».
La directora de la oficina de Amnistía Internacional ante las instituciones europeas, Eve Geddie, ha afirmado en un comunicado que tras «años» en los que Bruselas ha evitado reprender a los Estados miembro por este tipo de políticas, ahora busca sus «propias propuestas» igualmente «incompatibles» con los Derechos Humanos.
«Los gobiernos saben que los intentos de enviar a personas, sin garantías procesales, a países con los que no tienen relación son ilegales, inviables y económicamente costosos», ha subrayado Geddie, que ha llamado a abandonar cualquier debate sobre «externalización» o «deslocalización» de responsabilidades cuando se trata de migrantes o refugiados.
Así, «en lugar de estos crueles experimentos», la responsable de Amnistía ha instado a los gobiernos europeos a defender el derecho de asilo y garantizar que el actual sistema de protección funcione.