La cineasta Arantxa Echevarría, quien estrena este viernes 23 de febrero la comedia ‘Políticamente incorrectos’, considera que en España todavía no ha llegado la «censura» al cine, aunque sí ve casos de «autocensura» entre los propios directores.
«En el cine no está pasando tanto, aunque a mí me parece terrible cualquier tipo de censura y lo del teatro, con dinero público de por medio, me parecen unos posicionamientos políticos deplorables y detestables. Pero de momento no ha llegado al cine», ha explicado en una entrevista con Europa Press la cineasta.
En su caso, lanzándose a rodar una sátira sobre la política, reconoce haber tenido «mucha libertad». «Creo que hay más autocensura en el cine por parte de los autores de hablar de ciertos temas, porque por ejemplo en esta película hablamos de la izquierda y cómo se adueña de la diversidad que ya no saben ni lo que dicen o de la derecha cogiendo la palabra ‘libertad’, y he podido meter el dedo en el ojo sin ningún problema», ha remarcado.
‘Políticamente incorrectos’ cuenta con un reparto coral en el que participan desde Adriana Torrebejano a Juanlu González, pasando por Gonzalo de Castro, María Hervás o Elena Irureta. La cineasta reconoce con humor que mucha gente que ya ha visto la película le ha confesado que tiene similitudes con el fenómeno ‘Ocho apellidos vascos’, donde se empezó a hacer humor con las diferencias regionales en España.
«Es curioso, porque muchos se han visto sorprendidos de poder reírse de cosas de las que creías que no te podías reír y que de pronto dices ‘oye, pues no ha pasado nada'», ha afirmado, señalando después algo «bueno» que tiene su película. «Sales sin pegarte con el de al lado, sino riéndote de tus propias ideas políticas».
En la cinta son reconocibles dos partidos similares al PP y al PSOE, con personajes miembros de estas organizaciones que rozan el estereotipo tanto del «perroflauta como del fachaleco». «Los chistes están medidos para que todo sea comprensible y, a la vez, para que nadie se pueda sentir ofendido», ha destacado.
A todo ello se suma la «autocrítica» que desprende la película, donde se «meten con las cosas muy típicas de la derecha y también con las de la izquierda, errores que los dos partidos han reconocido como propios, y eso le quita mucho hierro al tema». Para Echevarría, es necesario «romper los tabúes para reírse de ellos» y cree que en España no se ha hecho con la política en el cine.
«Y es curioso, porque además te vas a Estados Unidos y lo están haciendo constantemente. O las series sobre política en Inglaterra o Francia, pero en España tenemos un pavor a todo lo que sea político porque nos suena a posicionamiento: de hecho, ni hablamos con la familia por el miedo del ‘cuñao’ en Nochevieja», ha bromeado.
ELENA IRURETA COMO ESPERANZA AGUIRRE
«La política da mucha risa», ha añadido, reconociendo posteriormente que el personaje de Elena Irureta, la líder del partido de derechas, ha quedado como una persona «muy reconocible» de ese mundo.
«Es igual que Esperanza Aguirre y fue una absoluta casualidad. Yo hablé con Elena en su día de Esperanza Aguirre o Celia Villalobos como referentes. Y después se metió en maquillaje y vestuario, salió e hizo esa sonrisa sin labios que tiene Esperanza y dije ‘¡no puede ser!'», ha comentado con humor.
En la cinta sí se dejan fuera otras formaciones como Vox o Podemos, algo deliberado por parte de la directora. «Si te metes con los extremos ya empieza a desviarse la cosa y yo quería hablar más del sentido popular. Los partidos que son un poco más extremos no representan a la totalidad de la gente», ha concluido, añadiendo que el independentismo tampoco ha tenido cabida porque «eso puede también levantar sarpullidos».