El gigante siderúrgico ArcelorMittal cerró el ejercicio 2022 con un beneficio neto atribuido de 9.302 millones de dólares (8.667 millones de euros), lo que supone una caída del 37,8% respecto del resultado contabilizado en 2021, según ha informado la multinacional, que anticipa una mejora de las condiciones de la demanda.
Las ventas de ArcelorMittal en el conjunto del año 2022 sumaron 79.844 millones de dólares (74.398 millones de euros), un 4,3% por encima de los ingresos del año precedente, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) retrocedió un 27%, hasta 14.161 millones de dólares (13.195 millones de euros).
Entre octubre y diciembre, la compañía vio caer un 93,5% el beneficio neto atribuido, hasta 261 millones de dólares (243 millones de euros), frente a los 4.045 millones de dólares (3.769 millones de euros) del mismo periodo de 2021.
De su lado, las ventas de ArcelorMittal en el cuarto trimestre de 2022 registraron una caída interanual del 18,8%, hasta 16.891 millones de dólares (15.739 millones de euros).
«De cara al futuro, la evidencia sugiere que la liquidación de existencias de los clientes que vimos en la segunda mitad de 2022 ha alcanzado su punto máximo, lo que proporciona apoyo al consumo aparente de acero y a los diferenciales de acero», indicó Aditya Mittal, consejero delegado de ArcelorMittal.
Aunque la incertidumbre geopolítica sigue siendo alta, seguimos confiando en la fortaleza y resiliencia de ArcelorMittal, y en nuestra capacidad para ejecutar con éxito nuestra estrategia de crecimiento, descarbonización y rendimientos sostenibles en todos los aspectos del ciclo», añadió.
De este modo, la compañía apuntó que las condiciones aparentes de la demanda muestran signos de mejora a medida que la fase de reducción de existencias alcanza su madurez.
En este sentido, a pesar de los continuos vientos en contra de la demanda real, se espera que el consumo aparente mundial de acero en 2023, excluyendo China, se recupere entre +2% y +3% en comparación con 2022, cuando se contrajo entre un 2% y un 2,5%, mientras que ArcelorMittal confía en que sus despachos de acero en 2023 crezcan alrededor de un 5% respecto de 2022.
En el caso de Europa, tras el impacto de una importante reducción de existencias, que provocó una contracción del consumo aparente del -7% al -7,5% en 2022, se espera que la demanda aparente se recupere entre un 0,5% y un 2,5% en 2023.
Asimismo, en China se espera que el crecimiento económico se recupere con fuerza en 2023 tras levantarse las restricciones de Covid-19. Sin embargo, dado que se espera una continua debilidad en el sector inmobiliario durante el año, se prevé que el consumo de acero se estabilice en 2023 (+1,0% a -1,0%) con un potencial alcista que depende del estímulo de la infraestructura del Gobierno.
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