La agencia de calificación crediticia S&P Global advierte este viernes en un informe de un mayor gasto de efectivo del esperado para el fabricante de vehículos británico Aston Martin Lagonda por la débil demanda de vehículos en China y la crisis de la cadena de suministro a la que está teniendo que hacer frente, de forma particular, la compañía.
No obstante, la ronda de financiación de 210 millones de libras (algo más de 252 millones de euros) ayudará a la empresa a recuperar parte de la liquidez perdida durante el último año y le dará «flexibilidad» para adaptarse al entorno de mercado y conseguir un flujo de caja operativo positivo en 2025, algo más tarde de lo esperado, según el documento.
El fabricante de automóviles de lujo quiere impulsar la electrificación de sus modelos y el crecimiento asumiendo una mayor deuda y la emisión de nuevas acciones mediante una colocación no proferente a 0,10 libras por título (0,12 euros por acción).
En concreto, según informó el propio grupo automovilístico, su pretensión es recaudar hasta 110 millones de libras (132 millones de euros) mediante la emisión de nuevas acciones y otros 100 millones (120 millones de euros) a través de la emisión de deuda con vencimiento en 2029 para aumentar la «resiliencia financiera».
La empresa tiene la intención de utilizar parte de los ingresos para reembolsar los 10 millones de libras pendientes de pago en virtud de su línea de crédito renovable sénior garantizada, y el resto para financiar su gasto de capital a medida que aumenta la producción de sus nuevos modelos.
Por el momento, ha confirmado una suscripción de acciones por valor de 73,5 millones de libras (88,22 millones de euros) de los 110 millones (132,02 millones de euros) ofrecidos por parte de «inversores estratégicos» entre los que se encuentra el holding Yew Tree, controlado por el multimillonario estadounidense Lawrence Stroll.
Este anuncio se produjo apenas unas horas después de que el grupo automovilístico emitiera esta semana un ‘profit warning’, es decir, una advertencia de ganancias, admitiendo que, en estos momentos, espera registrar un beneficio de 280 millones de libras (336 millones de euros) para el cierre de año, un 8,46% menos que hace un año.
La empresa asegura que los retrasos en las entregas de la mitad de sus nuevos superdeportivos Valiant han provocado esta revisión de objetivos. De hecho, estima que los vehículos que llegarán con retraso a los clientes con un valor medio de unos 2 millones de libras (2,4 millones de euros) lo harán a principios de 2025 y no a finales de este año como estaba inicialmente programado.
Estos desafíos, a juicio de S&P, impedirán que la empresa convierta su flujo de caja operativo libre en positivo en la segunda mitad de 2024 por lo que tendrá que esperar hasta 2025. «Nuestra perspectiva negativa refleja el riesgo de que una demanda más débil de lo esperado para sus nuevos modelos de automóviles o errores de ejecución puedan impedirle aumentar su volumen mayorista y el precio de venta promedio en 2025, lo que llevaría a que su margen de Ebitda se mantuviera por debajo del 12% durante un período prolongado y continuara quemando efectivo», sentencia la agencia de rating al respecto.