El balance de muertos a causa del bombardeo perpetrado por el Ejército de Israel contra el Hospital Naser, situado en la ciudad de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, ha aumentado a dos, según han denunciado las autoridades del enclave palestino, controladas por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
El Ministerio de Sanidad gazatí ha indicado en un comunicado publicado en su cuenta en la red social Facebook que «el bombardeo israelí ha causado el martirio de dos personas y ha dejado varios heridos entre los pacientes y heridos que estaban recibiendo tratamiento y el personal médico».
«Condenamos el atroz crimen cometido por las fuerzas de ocupación contra pacientes y heridos al atacar de forma directa el edificio de cirugías del Hospital Naser», ha dicho, antes de afirmar que «los repetidos ataques contra hospitales confirman la intención de las fuerzas de ocupación de causar grandes daños al sistema sanitario y amenazar las oportunidades de tratamiento de heridos y enfermos, incluso en camas de hospital».
La oficina de prensa de las autoridades gazatíes ha apuntado en un comunicado que entre los muertos en el ataque figura el fotoperiodista Hasán Aslí, director de la agencia de noticias Alam24, al tiempo que ha denunciado que «ha sido atacado mientras recibía tratamiento tras resultar herido en un intento de asesinato previo».
Así, ha elevado a 215 el número de trabajadores de los medios muertos a manos de Israel desde el inicio de la ofensiva contra el enclave, desatada tras los ataques del 7 de octubre de 2023, antes de condenar «en los términos más firmes» los «ataques sistemáticos y asesinatos de periodistas palestinos por parte de la ocupación israelí2.
En un segundo comunicado, ha condenado el bombardeo contra el hospital, uno de los más grandes de Gaza, y ha tildado el ataque de «flagrante violación de todas las leyes internacionales y convenciones internacionales, especialmente las Convenciones de Ginebra, que prohíben los ataques contra instalaciones médicas y sanitarias».
«Este doble crimen refleja la insistencia a la hora de perseguir a periodistas palestinos no sólo en durante las coberturas sobre el terreno, sino incluso en lugares en los que reciben tratamiento, lo que supone una flagrante violación de todos los valores humanos y las convenciones internacionales», ha subrayado.
En este sentido, ha dicho que el ataque es «un intento de silenciar las voces libres y las palabras honestas», antes de pedir a los organismos internacionales que «presionen» para «la apertura de una investigación inmediata y seria en torno a este crimen» y «la detención de los ataques sistemáticos contra instalaciones médicas en la Franja de Gaza».
Las autoridades gazatíe han solicitado además que los tribunales internacionales adopten medidas para «documentar» las acciones de Israel y hacer que los «líderes criminales de la ocupación israelí» rindan cuentas por estos ataques, según un comunicado publicado en su cuenta en Telegram.
ISRAEL HABLA DE «ATAQUE SELECTIVO»
Por su parte, el Ejército israelí ha confirmado su responsabilidad en el bombardeo y ha argumentado que ha sido un «ataque selectivo» contra Hamás, alegando que el grupo «operaba en un complejo» en las inmediaciones del hospital para «planificar y ejecutar complots terroristas contra fuerzas y ciudadanos israelíes».
«Altos cargos de la organización terrorista Hamás siguen utilizando el hospital con fines terroristas, explotando cínica y cruelmente a la población civil dentro y alrededor del hospital», ha señalado a través de un comunicado, antes de asegurar que «se tomaron medidas para reducir el riesgo de dañar a civiles».
Por último, el Ejército israelí ha recordado que en este centro sanitario mataron a finales de marzo a Ismail Barhum, miembro del Comité Ejecutivo de Hamás y designado para suceder al también difunto Isam al Dalis al frente del Gobierno en la Franja de Gaza.
Las autoridades de Israel bloquearon el 2 de marzo la entrada de ayuda en la Franja y rompieron el 18 de ese mes el alto el fuego alcanzado en enero con Hamás, reactivando su ofensiva militar contra Gaza, lanzada en respuesta a los citados ataques del 7 de octubre de 2023, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados, según el balance oficial.
Por su parte, las autoridades gazatíes elevaron el lunes a más 52.850 los muertos y 119.600 los heridos desde el inicio de la ofensiva, una cifra que incluye más de 2.700 muertos y 7.600 heridos desde la reanudación de los ataques por parte de las fuerzas israelíes.