El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha hecho este martes un llamamiento al Congreso estadounidense para que prohíba los fusiles de asalto y lleve a cabo una reforma de la Policía, todo ello haciendo referencia a los últimos tiroteos ocurridos en el país y a los abusos policiales sobre la población negra.
El mandatario estadounidense ha pedido a los legisladores del país que salven vidas prohibiendo las armas de asalto «de una vez por todas», recordando que una prohibición temporal aprobada en 1994 llevó a que los tiroteos disminuyeran por un periodo de diez años, según ha destacado durante su intervención en el Estado de la Unión.
«(Hay que) prohibir las armas de asalto de una vez por todas. Lo hicimos antes. Dirigí la lucha para prohibirlas en 1994. En los 10 años que la prohibición fue ley, los tiroteos disminuyeron (…)Terminemos el trabajo y prohibamos de nuevo las armas de asalto», ha aseverado Biden entre aplausos de la bancada demócrata.
En este sentido, ha alabado la ley de seguridad de armas aprobada por su administración que dificulta el acceso a este tipo de armas para los jóvenes de 18 a 21 años y para las personas con ciertos antecedentes penales.
Según ha dicho el presidente estadounidense, promovió la ley tras la súplica en este sentido de los padres que perdieron a sus hijos en la escuela primaria de Uvalde, Texas, donde el pasado mes de mayo un joven de 18 años mató a dos profesores y 19 niños.
BIDEN PIDE UNA REFORMA DE LA POLICÍA TRAS LA MUERTE DE TYRE NICHOLS
En su primer discurso en el Estado de la Unión desde que la Cámara de Representantes cuenta con mayoría republicana, Biden ha instado a los congresistas a llevar a cabo una reforma de la Policía después de que varios agentes policiales de la ciudad de Memphis dieran una paliza mortal a un joven afroamericano, Tyre Nichols.
Concretamente, el inquilino de la Casa Blanca ha propuesto dar a las fuerzas del orden «la formación que necesitan», a la vez de exigirles que mantengan «la seguridad de todos». Mientras, ha subrayado la importancia de otorgar más recursos en vivienda, educación y formación en un esfuerzo por reducir los delitos y prevenir abusos policiales.
No obstante, ha reiterado que la sociedad debe exigir responsabilidades a los agentes policiales cuando «violen» la confianza de la misma.
«Sé que la mayoría de los policías (y) sus familias son personas buenas, decentes y honorables», ha resaltado el presidente de Estados Unidos durante su discurso, recibiendo esta vez sí aplausos de ambas bancadas.
«Arriesgan sus vidas cada vez que se ponen ese escudo. Pero lo que le ocurrió a Tyre en Memphis ocurre con demasiada frecuencia. Tenemos que hacerlo mejor, dar a las fuerzas del orden la formación real que necesitan», ha agregado Biden, quien momentos antes se había dirigido hacia los padres de Nichols, presentes en el Capitolio y que han recibido una ovación de todo el Congreso.
El mandatario estadounidense ha afirmado que «no hay palabras» para describir la angustia o el dolor de perder a un hijo, y ha confesado que, después de hablar con la madre de Nichols, esta le trasladó que «algo bueno» debía salir de su muerte.
«Comprometámonos a hacer realidad las palabras de la madre. Algo bueno debe salir de esto», ha dicho Biden.
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