El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha ordenado reforzar los despliegues militares en la región de Gómel, en el sur del país y en la frontera con Ucrania, tras denunciar la incursión de varios aviones no tripulados ucranianos en su espacio aéreo durante las últimas horas.
«A la zona se están dirigiendo ahora mismo unidades militares de las fuerzas de operaciones especiales, fuerzas terrestres y fuerzas de misiles, incluidos los sistemas de cohetes Polonez e Iskander», ha hecho saber el ministro de Defensa bielorruso, Viktor Jrenin.
Jrenin ha explicado que la presunta incursión, sobre la que Ucrania todavía no se ha pronunciado, constituye una «provocación» que se suma a la incursión protagonizada esta semana por fuerzas ucranianas en la región rusa de Kursk, ha explicado el ministro en declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias bielorrusa Belta.
Horas antes, Lukashenko había denunciado que las Fuerzas Aéreas de su país entraron este pasado viernes en alerta tras detectar una incursión de «docenas» de presuntos aviones no tripulados de Ucrania en el espacio aéreo del país.
Según hizo saber este sábado el mandatario, férreo aliado de Rusia, las Fuerzas Aéreas bielorrusas entraron «en alerta máxima» a las 18.10 del viernes (hora local) tras detectar una incursión. «El hecho es que, y sospechamos que no es la primera vez, las Fuerzas Armadas de Ucrania violaron todas las reglas de conducta al invadir el espacio aéreo de la localidad de Kostyukovichi», ha indicado.
«En respuesta, las fuerzas de defensa aérea fueron puestas en alerta máxima para interceptar los objetivos, alrededor de una docena de ellos», ha añadido Lukashenko en declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias de Bielorrusia, BelTA, donde confirmó el despliegue de aviones, helicópteros» y la puesta en «alerta máxima» de sus lanzaderas de cohetes MLRS.
Lukashenko ha añadido que tanto el Ministerio de Defensa como el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Bielorrusia recibieron instrucciones de tomar las medidas adecuadas para garantizar de manera fiable la seguridad del Estado.
«No entiendo por qué Ucrania necesita esto. Tenemos que resolverlo. Pero, como dije, hemos dejado bien claro que cualquier provocación no quedará sin respuesta», ha indicado Lukashenko, cuyo país no participa activamente en la guerra de Ucrania pero obedece a todas y cada una de las peticiones de Rusia para albergar sus misiles o realizar ejercicios militares.
«Lo desagradable es que los ucranianos, como les he advertido muchas veces, están demostrando con esto que no están listos para ninguna paz y continúan aumentando esta tensión», ha añadido Lukashenko antes de recordar la incursión en Kursk, en lo que describió como un acto de «provocación» que «no durará mucho tiempo», a su entender.