El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, ha asegurado este martes ante la Asamblea General de Naciones Unidas que el mundo «es cada vez menos libre» y que se dirige hacia «una nueva era oscura» en un discurso centrado en el aumento de la inseguridad y de los recortes de derechos civiles en todos los países, excluyendo a El Salvador, cuya situación «ha cambiado significativamente en muy poco tiempo».
«Estamos ante una nueva era oscura de la humanidad. Como salvadoreños, reconocemos estos síntomas de la decadencia cuando los vemos, porque hemos pasado por todos ellos. Vivimos las etapas de la caída de nuestra nación. Y estamos viendo esas mismas etapas una vez más, pero esta vez a escala global. No podemos ni deseamos decirles a otros países lo que tienen que hacer. Cada país debe tomar sus propias decisiones y hacer lo que sea mejor para su gente», ha manifestado Bukele durante su intervención.
En ese sentido, ha afirmado que un país tan «pequeño» como El Salvador no puede «cambiar el curso del mundo» pero sí ofrecer «consejos» y convertirse en «un pequeño refugio ante la tormenta que se aproxima».
También ha explicado que, mientras que el país centroamericano se ha vuelto «más seguro», el mundo moderno ha ido en dirección contraria y se vuelve «cada vez más pesimista» debido a que «el mundo libre ya no es libre».
«Las nuevas amenazas de guerras continúan. Cuando el mundo libre se volvió libre fue gracias a sus principios de libertad de expresión, igualdad ante la ley, unidad y respeto por la propiedad privada. Pero una vez una nación abandona sus principios que la hace libre, es solo cuestión de tiempo para que pierda su libertad por completo. Las consecuencias se están desarrollando ante nuestros propios ojos. Las podemos ver en algunas ciudades del llamado primer mundo», ha agregado.
De la misma forma, ha relatado como las tiendas necesitan «asegurar sus productos», incluso los baratos, como las ciudades «ya no pertenecen a la gente» porque «han caído en manos de la indigencia, de las pandillas, del crimen organizado y de las drogas».
«No puedes reclamar el título de mundo libre si ni siquiera tu gente es libre para caminar por las calles sin temor a ser acosada, robada o asesinada», ha agregado.
CRÍTICA A LA PÉRDIDA DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN OCCIDENTE
Asimismo, ha criticado la «erosión de la libertad de expresión» en Occidente, que hace diez años «era el bastión de la libertad de expresión» mientras que ahora «es sermoneado por quienes solían denunciar».
En base a ello, ha hecho referencia a las redes sociales que han sido obligadas a censurar a usuarios a petición de sus propios Gobiernos, que han llegado a realizar arrestos «por compartir publicaciones en redes sociales» y que incluso «han intentado prohibir a su oposición política», si bien no ha puesto ejemplos concretos.
«En El Salvador no encarcelamos a nuestra oposición, no censuramos opiniones, no confiscamos bienes de quienes piensan diferente, no arrestamos a las personas por expresar sus ideas. En El Salvador tu libertad de expresión, así como tu propiedad privada, siempre estarán protegidas. En El Salvador polarizamos la seguridad de nuestros ciudadanos honestos sobre la comodidad de los criminales. Algunos dicen que hemos encarcelado miles, pero la realidad es que hemos liberado a millones. Ahora son los buenos los que viven libres, sin miedo, con sus libertades y Derechos Humanos totalmente respetados», ha añadido.
Tras ello, ha destacado que El Salvador, que «solía ser uno de los lugares más oscuros del planeta», ha «renacido» porque el pueblo salvadoreño recordó que «la libertad se toma», logrando así superar «el desafío más grande» del país, si bien ha recordado que «todavía queda un largo camino por recorrer y muchas cosas que lograr».
«Tal vez sea demasiado tarde para evitar los tiempos oscuros que enfrenta nuestro mundo hoy, pero no es demasiado tarde para construir una arca y capear la tormenta. Que Dios bendiga a la humanidad», ha finalizado.