El piloto de rallys español Carlos Sainz confesó que el «valiente» proyecto con Ford e motiva «lo suficiente» como intentar ganar de nuevo el Rally Dakar 2025, un objetivo que quiere pensar que «sí» puede conseguir, aunque admitió que la «fecha de caducidad» de su carrera deportiva «está cerca».
«Este proyecto me motiva lo suficiente para intentarlo otra vez. Está claro que la fecha de caducidad está ya muy cerca, entonces trato de ir día a día, como he hecho en los últimos Dakar. Me conozco, sé positivamente cuándo decidí parar en el Mundial de Rallys, que fue de un día para otro, y aquí está claro que la fecha está cerca», comentó el madrileño, de 72 años, en un encuentro con los medios antes del inicio del Rally de Marruecos.
Tras las verificaciones técnicas obligatorias previas al arranque de la competición, Sainz defendió que cuando sienta que no se divierte y que no va «lo suficientemente rápido para intentar ganar», parará. «Pones todo en una balanza, y en el momento en el que esa balanza va para el lado de no seguir, no pasa nada. Con este nuevo proyecto, estoy contento, he disfrutado, hemos hecho algunos tests, con gente nueva, con un equipo nuevo», celebró el campeón del Rally Dakar 2024 con el Audi electrificado.
«A estas alturas de mi carrera deportiva necesitas tirar de todo para buscar motivación. Un proyecto nuevo, un proyecto con Ford, un proyecto oficial, un proyecto con Malcolm Wilson (jefe de equipo del Ford World Rally Team), con gente que sabes que te vas a divertir, es lo hace que sigas adelante. Para mí es un orgullo que a estas alturas de mi carrera deportiva todavía sigan pensando en mí para poder ayudar a Ford a intentar ganar el Dakar», expresó.
Y es que la ilusión de «volver a un coche más convencional no era el factor que podía alterar la decisión» de continuar con su carrera profesional y seguir intentando luchar por el triunfo en la carrera de Rally Raid más dura del mundo. «La decisión de seguir o no era, primero, encontrar un proyecto lo suficientemente importante como para que te convenciese y te motivase», argumentó.
«Y, sin duda, Ford es una marca por la que tengo, obviamente, cierta historia detrás –marca con la que fue campeón de España de Rallys en 1987 y 1988–. Unido a que Ford entrase en el Dakar con un proyecto nuevo, de una manera oficial, con Malcolm Wilson como interlocutor, con el que va a ser la tercera vez que voy a estar. Todo eso hacía que el proyecto fuese lo suficientemente motivante como para intentarlo y que me apeteciese», agregó.
«EL FORD ES EL COCHE VERDADERAMENTE 100% NUEVO PARA EL DAKAR»
Después de correr en el Rally Transibérico en Portugal con Mini, Ford llega al Rally de Marruecos con 16.000 kilómetros de test a la espalda, con un coche que «nace bien» y que «no ha dado grandes quebraderos de cabeza». «No ha habido un problema fundamental que haya retrasado enormemente todo el desarrollo, todo ha ido avanzando bien. Es un proyecto valiente», destacó Sainz.
«Nos hemos desmarcado un poco de la competencia en cuanto a las suspensiones. Todo el mundo va con Reiger y nosotros vamos con Fox. Es la primera vez que Fox va a estar en un equipo oficial en el Dakar, y puede ser determinante, aunque está por ver que sea la buena decisión. La suspensión es una decisión que tomamos conjuntamente todos», reveló.
Fox tiene una relación «muy potente» con Ford en Estados Unidos, incluso los coches de serie van montados con esta marca de suspensiones, que tiene «un equipo también fuerte de competición y una historia dentro de la competición en Estados Unidos importante». «Probamos y al final decidimos que merecía la pena abrir ese melón de empezar a trabajar con Fox», relató Sainz, experto a la hora de configurar las suspensiones.
«La otra decisión es el motor. Toda la competencia va con un motor turbo y nosotros hemos decidido ir con un motor V8 –el Coyote de 5.0 litros de los Ford Mustang–. Teóricamente, las potencias deben de ser las mismas, pero el tiempo dirá si las dos decisiones y esos dos factores diferentes van a favor o van a contra», explicó sobre su «diferente» Ford Raptor T1+, al que «rápidamente» vio «potencial».
Y es que el veterano piloto madrileño cree que su nueva máquina es la única «cien por cien nueva» de las que competirán en Arabia Saudí. «Toyota no es nuevo. Mini no es nuevo. Es nuevo el motor, la mayoría de los componentes, suspensiones, transmisiones, etcétera, es igual. El Dacia sí es un coche nuevo, pero hay muchísimas piezas que vienen del Hunter», analizó.
«ES IMPOSIBLE QUE MI HIJO Y YO CORRAMOS EL DAKAR COMPARTIENDO COCHE»
Así, confía en sus opciones, ya que «alguna vez tiene que ganar un coche nuevo». «Todos queremos pensar que este año vamos a ser competitivos y que podemos ganar. Nosotros queremos pensar antes del Rally de Marruecos que podemos ganar. También es cierto que el Rally de Marruecos, el año pasado, para Audi fue un desastre, la moral estaba baja y luego se consiguió ganar. Si por algún motivo no va bien aquí en Marruecos, si salen problemas nuevos que no hemos visto en los test, no quiere decir que demos por perdido el Dakar», defendió.
«Contestaría con más garantías dentro de una semana, una vez probado aquí, pero yo quiero pensar que sí. Saber si tenemos posibilidades de ganar el Dakar es tirar una moneda al aire, no soy tan valiente como para decir que sí. ¿El ‘feeling’ es bueno? Sí, pero tienes que tener la fiabilidad, un equipo que no cometa ningún error y que, por supuesto, Lucas y yo no cometamos errores. Y la velocidad para poder ganar. A día de hoy es imposible de saberlo», añadió sobre repetir triunfo en Arabia.
El madrileño admitió que este último año ha sido «complicado» por las negociaciones relacionadas con el futuro de su hijo Carlos Sainz en la Fórmula 1, ya ligado a Williams. «Yo soy un hombre de rally, no de Fórmula 1. Colaboro, ayudo a mi hijo en todo lo que puedo, como cualquier padre. Pero ha sido un año muy estresante, en el sentido de que ha habido grandes dudas», relató, antes de manifestar que sufre más cuando ve a su hijo competir.
«Cuando piloto yo no sufro nada. El día que sufra, es el día que tienes que parar. Cuando piloto yo me divierto, y cuando no tienes control de la situación y solo estás mirando, se sufre más», comentó, añadiendo que es «imposible» que ambos compartan coche en el Dakar. «Él querría ser piloto y yo también. Como él no sabe pilotar, ni yo tampoco…, bromeó el madrileño, quien reconoció que «es un poco raro que siga corriendo como abuelo», tras el nacimiento de su primer nieto hace apenas unos meses, al que «sería bonito dedicarle una victoria en el Dakar».
Finalmente, elogió al joven piloto portugués de Mini y Repsol Joao Ferreira, con quien compartió equipo en el Rally Transibérico. «Tiene mucho potencial, va muy rápido, es un chaval con la cabeza muy bien amueblada, y dentro de poco será de los pilotos que esté compitiendo por ganar el Dakar», valoró.