Ciudadanos no ha conseguido vencer a los pronósticos desfavarobles y se ha quedado fuera del Parlamento de Cataluña, el último en el que los ‘naranjas’ tenían presencia. Así, tras varias debacles electorales, los ‘naranjas’ han completado su desaparición del territorio nacional, y lo hacen en la autonomía en la que el partido nació y maduró.
Los ‘naranjas’ han perdido este domingo los seis asientos que consiguieron en las últimas elecciones catalanas, las de 2021, que ya significaron un varapalo para la formación. Este domingo han logrado tan sólo el 0,7% de los votos, unos 20.000 apoyos, quedándose lejos de obtener representación.
El líder de Ciudadanos en Cataluña y candidato a presidir la Generalitat, Carlos Carrizosa, ha querido agradecer al electorado que ha confiado en su partido el apoyo, «pese a las encuestas y los medios de comunicación».
La relación con el PP condicionó los primeros compases de Ciudadanos en la precampaña catalana, debido a que exploraron vías para concurrir conjuntamente a la cita electoral. Las negociaciones saltaron por los aires por el desacuerdo entre la Ejecutiva nacional de Ciudadanos, partidaria de la integración en la lista ‘popular’, y la rama catalana liderada por Carrizosa, negada en redondo a esa posibilidad.
Querían dar la batalla con la bandera tricolor que simbolizó el espíritu del Ciutadans catalán. Fuentes de la dirección catalana de Ciudadanos insisten en que los ‘populares’ no entendían la esencia del partido en Cataluña y preferían «irse a casa» a diluirse en los ‘populares’.
El desacuerdo se llevó por delante al secretario general de Ciudadanos, Adrián Vázquez, que negociaba la inclusión de nombres ‘naranjas’ también en la papeleta de las europeas del 9 de junio. Pocas semanas después de dimitir, anunció que concurrirá al Parlamento Europeo con los de Alberto Núñez Feijóo.
Así las cosas, Ciudadanos ha concurrido a las catalanas en solitario. Como ejes fundamentales en la campaña, Ciudadanos ha evocado sus orígenes y ha buscado diferenciarse del PP con un marcado rechazo a eventuales acercamientos a los independentistas, después de que trascendieran los contactos que los ‘populares’ mantuvieron con Junts de cara a la investidura de Feijóo.
Durante la campaña, Carrizosa ha intentado proyectar optimismo para tratar de dar la vuelta a unos resultados que ya pronosticaban todas las encuestas. Fuentes de la formación situaban como su «gran losa» la creencia del electorado de que no entrarían, lo que a su juicio haga que su votante se plantee si apoyarles es tirar su voto.
LOS ORÍGENES
Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía nació en Barcelona en 2006, fundado por un grupo de intelectuales, profesores universitarios y profesionales de diversos campos, varios de ellos procedentes del PSC. Concebida como una fuerza de ámbito autonómico, su acción estaba orientada a combatir el nacionalismo catalán.
El congreso fundacional de Ciudadanos tuvo lugar en julio de ese año y eligió como presidente a un joven abogado de 26 años, Albert Rivera. Se presentó a las elecciones al Parlamento de Cataluña en 2006 y, cartel de campaña con Rivera desnudo mediante, logró tres escaños, convirtiéndose en la sexta fuerza política allí. Revalidaron a sus tres representantes en las elecciones de 2010 y, en 2012, estos ascendieron a nueve, que casi se triplicaron en 2015, cuando los ‘naranjas’ lograron 25 asientos.
Ciudadanos logró su cénit en Cataluña en las elecciones de 2017, que ganaron con el 25,35% de los votos y 36 escaños, con Inés Arrimadas como candidata a presidir la autonomía. Sin embargo, no llegó a presentarse a la investidura al sumar mayoría los independentistas.
Los años dorados de Ciudadanos comenzaron a agotarse tras las generales del 10 de noviembre de 2019, cuando los electores retiraron súbitamente su apoyo a Albert Rivera, a pesar de que algunas encuestas les pronosticaban un ‘sorpasso’ al PP. No sólo no superó a los ‘populares’, sino que sufrió un duro golpe: perdió 2,5 millones de votos y únicamente obtuvo diez escaños. El batacazo llevó a Rivera a dimitir y fue sustituido por Arrimadas, que era un activo muy valioso para el partido.
SUCESIÓN DE FRACASOS
Desde aquella cita se han sucedido los fracasos y uno de los más sonados es, precisamente, el desplome en las elecciones catalanas de febrero de 2021, donde los ‘naranjas’ perdieron cerca de un millón de votos, 30 escaños y pasaron de primera a séptima fuerza, por detrás de Vox. El resultado fue uno de los golpes más duros para el partido.
Apenas un mes después, la política no dio un respiro a Ciudadanos. La fallida moción de censura en Murcia, pactada con el PSOE para echar al PP del gobierno autonómico, hizo que los ‘naranjas’ salieran de los ejecutivos autonómicos que compartían con los ‘populares’ en la Comunidad de Madrid y en Castilla y León.
La siguiente cita con las urnas fueron las elecciones de Andalucía en 2022, que certificaron la expulsión de Ciudadanos del Parlamento autonómico después de haber entrado en el gobierno regional, en virtud de un acuerdo con el PP. El descalabro aceleró los planes de los ‘naranjas’ para poner en marcha un proceso de refundación que la formación ya tenía en mente.
La refundación incluía unas primarias que mostraron las costuras de Ciudadanos. El portavoz adjunto, Edmundo Bal, se enfrentó a la lista amadrinada por Arrimadas, con el ‘ticket’ Adrián Vázquez y Patricia Guasp a la cabeza, a la postre ganadora del proceso. La VI Asamblea General fue un intento de cerrar la crisis, pero desde entonces Ciudadanos vivió en una constante calma tensa.
EL 28M: LA PÉRDIDA DEL 80% DE LOS CONCEJALES
Así llegaron las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo de 2023, otro fracaso para Ciudadanos: desaparecieron de todos los parlamentos autonómicos en liza y perdieron al 85% de sus concejales, además de relevantes plazas como la Vicealcaldía en el Ayuntamiento de Madrid.
El resultado electoral llevó a la dirección nacional de Ciudadanos a decidir no concurrir a las elecciones generales del 23J y comenzar un período de hibernación con la vista puesta en ahorrar recursos para futuros períodos electorales, especialmente para los comicios europeos del 9 de junio. Algunos miembros de la Ejecutiva que tomaron esa decisión están hoy fuera de la política y otros, como Nacho Martín Blanco o Vázquez, han dado el salto al PP.
La decisión de no presentarse el 23J generó mucha contestación interna en Ciudadanos. Bal y Francisco Igea, el único procurador ‘naranja’ en las Cortes de Castilla y León, lideraron la corriente crítica que ponía en la diana a Vázquez, al que acusaban de querer reservar los mermados recursos del partido para asegurarse su asiento en la Eurocámara. Fueron expulsados del partido.
Ciudadanos tampoco ha concurrido a las últimas elecciones gallegas ni vascas. La próxima cita electoral serán las europeas, a las que la formación tiene previsto presentarse con Jordi Cañas como cabeza de lista, una de las últimas caras reconocibles con las que cuenta el partido. La ex vice alcaldesa de Madrid Begoña Villacís cierra la lista de manera simbólica.