Cuando llega el calor los planes al aire libre cobran protagonismo y no hay nada más placentero que alargar la jornada hasta ver la puesta del sol. Dejarse llevar por el ‘dolce far niente’ es uno de los mayores placeres de la época estival y si no quieres empañarlo con tareas mundanas, como hacer la comida, apuesta por un picnic o una comida fría en la terraza.