Coxabengoa ha obtenido un beneficio neto de 55 millones de euros en su primer ejercicio como sociedad resultante de la integración en Grupo Cox de las unidades productivas autónomas del Grupo Abengoa de las que fue adjudicataria hace un año, y se prepara para su posible salida a Bolsa a finales de 2024 o principios de 2025.
En declaraciones a Europa Press, el presidente ejecutivo y máximo accionista del grupo, Enrique Riquelme, y su consejero delegado, Nacho Moreno, reconocieron que este primer año de Coxabengoa ha supuesto un esfuerzo de «ir muy poquito a poquito creando día a día confianza».
Cox se adjudicó en abril de 2023 los negocios productivos de Abengoa en el marco de la subasta que se lanzó con motivo del concurso de acreedores de la ingeniería española y cerró la operación ese verano, una vez que el juez a cargo del concurso validó el acuerdo.
Desde entonces, ha llevado a cabo una reestructuración interna, desde la reordenación del equipo directivo a una simplificación de las áreas de negocio, hasta convertir al grupo en una ‘utility’ global verticalmente integrada de agua y energía.
En este primer año para digerir la adquisición de Abengoa, Riquelme señaló que la estrategia ha pasado por «ser totalmente pacientes y financiar la compañía», hasta que se ha convertido en «sostenible».
De esta manera, el grupo luce en este primer año, de mayo de 2023 a abril de 2024, unos números que recogen unos ingresos de más de 800 millones de euros, un resultado bruto de explotación (Ebitda) que se ha situado por encima de los 150 millones de euros y un beneficio neto de más de 55 millones de euros.
CONTRATACIÓN POR MÁS DE 1.200 MILLONES Y CAJA POSITIVA.
Destaca, además, que en este periodo Coxabengoa ha sido capaz de llevar su cifra de contratación por encima de los 1.200 millones de euros. Además, el grupo presenta un ratio de deuda financiera neta sobre Ebitda de -0,2 veces, lo que le permite presentar una caja positiva.
Estas cifras ponen ya a Coxabengoa en la senda marcada en el plan estratégico que anunció en septiembre de 2023, apenas unos meses después de concretar la adquisición de los activos, y que le marcan unos objetivos de más de 3.000 millones de euros de ingresos y un Ebitda por encima de los 600 millones de euros en 2027.
«Se le ha dado la vuelta al grupo» en este año, destacó Riquelme, que puso además en valor que estos números superan incluso la ‘hoja de ruta’ que se marcó en septiembre.
Coxabengoa tiene así presencia en 34 países de cuatro continentes, cuenta con una plantilla de unos 11.500 empleados y aspira a seguir impulsando su crecimiento con la adjudicación de licitaciones, como con la que se hizo recientemente en Brasil para una línea de transmisión y tres subestaciones en el Estado de Sao Paulo por 300 millones de euros.
«Seguimos incorporando nuevos activos que dan Ebitda recurrente», dijo Riquelme, añadiendo que la estrategia del grupo pasa por «seguir creciendo verticalmente» e impulsar esas concesiones.
FOCALIZADA EN AGUA Y ENERGÍA.
Focalizada así en esas áreas de negocio de Agua y Energía -generación y transmisión-, la meta de la empresa es la creación de sinergias combinando la gestión hídrica con energías renovables para conseguir la máxima rentabilidad de sus proyectos.
En el negocio del agua, donde Abengoa era un líder global, cuenta con tres de las 10 desaladoras más grandes del mundo: Taweelah (Abu Dhabi), Jubail y Rabigh, ambas en Arabia Saudí. Además tiene el proyecto de la más grande de África: Agadir.
En las renovables, donde tiene a Cox Energy, la división de energía de Coxabengoa, cotizada en el BME Growth y en la Bolsa mexicana, cuenta con cuatro proyectos de energía limpia operados: los fotovoltaicos Mesa de los Andes (Chile, de 160 MW) y San Javier (Chile, de 3 MW); y las termosolares SPP1 (Argelia, de 150 MW) y KHI Solar One (Sudáfrica, de 50 MW). En bioenergía también posee el proyecto de Sao Joao (Brasil, de 70 MW).
Además, Coxabengoa tiene una robusta cartera de proyectos renovables con 3,6 gigavatios (GW) de capacidad de generación, más de 500 MW de ellos en construcción o avanzado estado de desarrollo en España.
Asimismo, el grupo mira a Estados Unidos «como uno de los puntos importantes» para su crecimiento de la mano de la fotovoltaica y el almacenamiento.
«Tenemos diferentes acuerdos con desarrolladores, algunos desarrollos propios, y para invertir en proyectos en Estados Unidos», destacó Riquelme.
COTIZAR, «UNA DE LAS VARIAS ALTERNATIVAS».
Respecto a la posibilidad de cotizar en el Mercado Continuo, Riquelme reconoció que se trata de «una de las varias alternativas» que está estudiando la compañía y en la que ya ha dado sus primeros pasos, con la presentación del folleto a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
A este respecto, el grupo ya ha realizado una prospección con inversores «extremadamente positiva», dijo el directivo, y se prepara para dar ese paso al Mercado Continuo, que podría ser mediante una ampliación de capital con una Oferta Pública de Suscripción (OPS) de acciones para «finales de este año o principios del siguiente».
«Siendo realistas, estamos viendo distintas opciones. Esta es una de ellas», dijo Riquelme, quien subrayó que el hecho de que la empresa no tenga deuda le concede la libertad para tomar «la decisión que sea mejor» para el grupo.
En el caso de salir a Bolsa, el grupo trabajaría en tener una estructura que le diera el ‘free-float’ del 25% que exige la normativa. Actualmente, Riquelme es el accionista mayoritario, aunque también participan en el capital la familia Zardoya, con algo más del 15%, y HNA, con en torno a un 4,6%.