El pranayama es el nombre que recibe un conjunto de técnicas de respiración que forman parte del yoga. Uno de los propósitos de estos ejercicios es conectar con la energía vital propia para poder conseguir un mayor control.

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Pranayama, técnicas de respiración milenarias que conectan con la energía vital

En términos literales, la palabra pranayama significa expansión del prana. A su vez, dentro de la tradición milenaria del yoga, el prana es la energía o fuerza vital que toda persona posee. Por lo tanto, las técnicas de pranayama buscan expandir la capacidad de retención de este flujo.

Cabe destacar que practicar estas técnicas de respiración aporta beneficios comprobados. Por ejemplo, tras una sesión de 20 a 30 minutos de ejercicios se consigue un cuerpo energizado y una mente calmada. Además, se aumenta la tolerancia al estrés y se reducen sus niveles. También se disminuye la acción oxidativa de los radicales libres, consiguiendo un efecto vasodilatador y bronquio-dilatador. De esta manera, se mejora la capacidad pulmonar, la concentración y la respiración.

De hecho, algunos estudios científicos sugieren que estos ejercicios fortalecen el sistema inmune, y mejoran tanto la digestión como la salud cardiovascular.

Diferencias entre el pranayama y el breathwork

La tradición del yoga incorpora una gran cantidad de ejercicios de respiración, pero no todos ellos son de pranayama. De hecho, hay otros que se consideran breathwork, que en términos prácticos es una introducción al pranayama. En otras palabras, estos ejercicios de respiración son menos exigentes.

En particular, el trabajo de respiración o breathwork consiste en realizar algunas rutinas de entrenamiento antes de adentrarse en actividades más complejas. Ahora bien, la necesidad de aprender ejercicios de breathwork se debe a que las técnicas de pranayama pueden generar cierto grado de estrés controlado, aumentando el ritmo cardíaco y la producción de adrenalina. Por lo tanto, para realizarlos correctamente, hay que completar el entrenamiento básico.

Por ejemplo, en el caso de los trabajos de respiración, se incluyen ejercicios donde es necesario contener el aire inhalado por 8 segundos. En cambio, en el pranayama el mínimo es de 16 segundos sin respirar.

Las técnicas de una y otra disciplina se pueden aprender en los cursos impartidos por los profesionales de la firma Sentirme Mejor. En todo caso, si se quiere conocer más al respecto, y descubrir más detalles acerca de estos ejercicios, en su sitio web hay información ampliada disponible.

En conclusión, a través de Sentirme Mejor es posible profundizar en el mundo de los ejercicios de respiración y ponerse en contacto con técnicas de breathwork y otras que integran el pranayama.