El Gobierno de Estados Unidos ha condenado las «injustas sentencias» contra la periodista Huang Xueqin, impulsora del movimiento #MeToo en el gigante asiático y condenada a cinco años de cárcel por un tribunal de China, y contra el activista Wang Jianbing, sentenciado a tres años y medio de prisión, ambos por «incitar a la subversión del poder del Estado».

«Estas sentencias demuestran los continuos esfuerzos de la República Popular China por intimidar y silenciar a la sociedad civil», reza un comunicado del Departamento de Estado en el que denuncia que la sentencia ha llegado después «de una larga detención preventiva y un juicio secreto cerrado a los periodistas o al público».

Washington ha instado a Pekín a que libere «de inmediato» a ambos, así como «a otras personas detenidas injustamente por ejercer sus libertades fundamentales», mientras que ha pedido que cumpla con «sus compromisos internacionales y respete los Derechos Humanos de todas las personas, incluida la libertad de expresión y las garantías de un juicio justo».

Huang, de 36 años, fue una de las voces más destacadas del movimiento #MeToo en China, informando sobre casos de denunciantes y relatando sus experiencias como víctima de acoso sexual en una agencia de noticias. Además, abrió un blog en la aplicación de mensajería WeChat para realizar sondeos sobre acoso laboral.

Tanto Huang como Wang –un activista defensor de los derechos de los trabajadores– fueron imputados por sus acciones en reuniones que organizaron para discutir sobre feminismo, asuntos laborales y derechos de la comunidad LGBTQ. La periodista fue detenida un día antes de viajar a Reino Unido para estudiar un máster.