Los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido y Australia, han lanzado este martes de manera conjunta un nueva batería de sanciones contra las redes de financiación de Hamás y Yihad Islámica, la tercera ronda de este tipo de medidas desde los ataques del 7 de octubre en territorio israelí.

«No hay lugar donde esconderse», ha dicho el ministro de Asuntos Exteriores británico, David Cameron, para quien es necesario golpear las redes de financiación de Hamás como requisito fundamental para lograr un alto el fuego en Gaza.

Las sanciones apuntan hacia cinco «figuras clave», entre ellos Zuheir Shamlaj, a quien se considera uno de los artífices de que Hamás comenzara con el negocio de las criptomonedas, e Ismail Barhoum, miembro del brazo político del grupo; y la empresa Al Mutahadun for Exchange.

Además de ver cómo sus activos en estos tres países quedan congelados, los señalados también tiene prohibida la entrada a sus territorios.

«Estas sanciones envían un mensaje claro a Hamás: Reino Unido y sus socios están comprometidos a garantizar que no haya ningún escondite para quienes financian actividades terroristas», ha remarcado Cameron en un comunicado.

SANCIONES A UN SUPUESTO HACKER RUSO

Estados Unidos y Reino Unido se han sumado este martes además a las sanciones que en la víspera lanzó Australia contra Alexander Ermako, un supuesto pirata informático ruso al que se relaciona con el ataque en 2022 que sufrió Medibank Private Limited, una de las principales aseguradoras privadas del país oceánico.

A Ermakov se le acusa de filtrar datos confidenciales de unos 9,7 millones de clientes de esta aseguradora. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos sostiene que forma parte de la banda de ciberdelincuentes REvil, respaldada por Rusia.