Estados Unidos ha vetado este miércoles una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU que solicitaba un alto el fuego «inmediato, incondicional y permanente» en la Franja de Gaza, el levantamiento de todas las restricciones a la entrada de ayuda humanitaria al enclave, y la liberación de los rehenes retenidos por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras milicias.
La presidenta del organismo internacional, la representante de Guyana Carolyn Rodrigues-Birkett, ha informado de que la votación no ha salido adelante porque Estados Unidos, miembro permanente con derecho a veto, se ha posicionado en contra, a pesar de que los demás 14 Estados miembros han votado a favor.
La resolución, que de haber sido aprobada habría sido vinculante para las partes, fue presentada por los diez miembros no permanentes del Consejo, que son elegidos por la Asamblea General por periodos de dos años: Argelia, Corea del Sur, Dinamarca, Eslovenia, Grecia, Guyana, Pakistán, Panamá, Sierra Leona y Somalia.
Estos países alegaron que las condiciones en Gaza «han seguido deteriorándose en medio de la intensificación de la operación militar de Israel» tras la violación del acuerdo de alto el fuego en marzo y la decisión de las autoridades israelíes de impedir la entrada de ayuda, provocando «miles de víctimas», desplazamientos a gran escala y «un riesgo crítico de hambruna».
La representante de Estados Unidos ante la ONU, Dorothy Shea, ha afirmado que el texto «es inaceptable» tanto por lo que dice como por lo que no dice y por la forma en la que se ha presentado, remarcando que no apoyará «ninguna medida que no condene a Hamás, exija su desarme y que abandone Gaza». «El veto de Estados Unidos no debería sorprenderles», ha expresado.
De hecho, el representante de Israel ante el organismo, Danny Danon, ha agradecido a las autoridades estadounidenses que hayan «demostrado claridad moral y liderazgo» al vetar la resolución, que ha calificado que «regalo para Hamás». «Esto no es diplomacia, no es rendirse ante el terrorismo. Mientras los rehenes permanezcan en Gaza, no habrá alto el fuego», ha declarado.
Por su parte, varios países, como Noruega o Eslovenia, han lamentado el uso del veto para una «resolución humanitaria» en la Franja, destacando que «la hambruna y la retención de ayuda» son contrarias al Derecho Internacional y no pueden justificarse «con ningún objetivo bélico».
La ofensiva de Israel, lanzada en respuesta a los ataques ejecutados el 7 de octubre de 2023 por Hamás y otras facciones palestinas –que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados–, ha causado hasta la fecha la muerte de más de 54.600 palestinos y alrededor de 125.000 heridos.