El Consejo de Política del Banco de Japón (BoJ) ha decidido mantener estable su política monetaria y seguir fijando el tipo de interés de referencia para los préstamos a un día sin garantía en torno al 0,25%, después de que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidiera ayer bajar los tipos de interés en 25 puntos básicos, hasta el rango objetivo del 4,25% al 4,50%.
No obstante, a diferencia de la anterior reunión del órgano de gobierno del Banco de Japón, la decisión de mantener estable el tipo de interés de referencia no fue unánime, sino que se adoptó por una mayoría de ocho votos a favor, mientras que uno de los consejeros defendió la necesidad de subir la tasa a alrededor del 0,5%, lo que sugiere un posible cambio de la postura de la institución de cara a próximas reuniones.
En su análisis de la coyuntura económica, el Banco de Japón destacó que la economía nipona se ha recuperado moderadamente, aunque se haya visto cierta debilidad en parte, mientras que las economías extranjeras crecieron moderadamente en general.
En cuanto a los precios, la entidad considera que las expectativas de inflación han aumentado moderadamente.
El banco central japonés anticipa que la economía siga creciendo a un ritmo superior a su tasa potencial, mientras que, si bien espera que se desvanezcan los efectos en el IPC de referencia, que excluye los alimentos frescos, de la transmisión a los precios de los aumentos de costes en los precios de las importaciones, se espera que la inflación subyacente aumente gradualmente.
De este modo, «es probable que la inflación subyacente del IPC se sitúe en un nivel que, en general, sea coherente con la meta de estabilidad de precios.