El ministro de Economía y Finanzas de Perú, Álex Contreras, ha estimado que el impacto económico de las protestas sociales que se suceden en el país desde el pasado 8 de diciembre y hasta la fecha de se eleva a 2.150 millones de soles (509 millones de euros).
El escenario de conflictividad que se desató el pasado mes tras el intento de golpe de Estado por parte de Pedro Castillo continúa siendo un impedimento para el desarrollo de la actividad en Perú, principalmente en las regiones del sur del país, donde se han cerrado carreteras y se viven problemas de abastecimiento.
Durante la presentación del panorama económico de Perú, Contreras ha asegurado que esta crisis está teniendo un coste «importante» para las finanzas peruanas, aunque el saldo es «positivo», debido a la resiliencia que está mostrando la economía.
En esta línea, el ministro ha transmitido como mensaje principal que para garantizar un mayor crecimiento es necesario un contexto de diálogo y paz social. «La economía peruana es fuerte y sólida, pero es fundamental avanzar en la contención y reducción de las protestas para asegurar una recuperación de todos los sectores», ha manifestado.
El titular de Economía ha puesto el foco en la caída del turismo, uno de los motores de la economía de algunas regiones del país como Cuzco, donde se han visto obligados a cerrar su principal atractivo turístico en los últimos días.
LA INFLACIÓN PODRÍA INCREMENTARSE EN ENERO
A pesar de que Perú tiene unas variables económicas estables y el riesgo país es uno de los más bajos de la región, según ha asegurado el ministro, desde el Gobierno se ha abierto la posibilidad de que la inflación experimente un ligero incremento en el mes de enero, situándose entre el 8,5% y el 9%, desde el 8,4% que se registró el pasado mes.
Con todo, el ministro ha recalcado que tras este incremento, la inflación seguirá por la senda de la estabilización, acercándose a la convergencia a medida que se recupere la actividad económica con normalidad.
En lo que se refiere al crecimiento, Contreras ha puesto sobre la mesa dos escenarios económicos, en función de la evolución que tengan las protestas contra el Gobierno de Dina Boluarte. En el caso de que estas remitan, el PIB podría expandirse «como mínimo» un 3% en el primer trimestre del año, mientras que si continúa la conflictividad el crecimiento se situará sobre el 2%.
Asimismo, sobre una posible salida de empresas del país, el responsable económico del Gobierno ha negado que los inversores hayan perdido el interés por Perú, «sino todo lo contrario». «Somos atractivos y competitivos, pero todavía podemos estar mejor. Los empresarios están a la espera de ver como se soluciona la conflictividad social para entrar en el país. Hay apetito y demanda», ha sentenciado.
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