El Gobierno de Túnez planea celebrar la segunda vuelta de las elecciones legislativas para la mayoría de los escaños durante la primera semana de febrero después de que apenas un 11 por ciento de las personas llamadas a votar acudieran a las urnas en los comicios, celebrados este sábado.
Así lo han detallado fuentes del Ejecutivo a la agencia Bloomberg, todo ello después de que la Comisión Electoral Nacional de Túnez haya informado de la basa tasa de participación entre los 9,1 millones de tunecinos con derecho a voto.
La votación también ha dejado sin decidir el destino de 131 escaños del Congreso de 161 miembros. Ahora, pueden pasar meses antes de que se instale la nueva asamblea, según ha detallado el portavoz de la comisión, Mohamed Tlili Mansri.
En tanto, el presidente del país magrebí, Kais Saied, ha abordado las reacciones de la oposición a la alta abstención afirmando que «no han encontrado nada en qué centrarse excepto en el porcentaje de participación en esta primera ronda».
«Algunos partidos no encontraron nada en qué centrarse excepto el porcentaje de participación (…) mientras que el porcentaje de la participación no se mide sólo en la primera ronda sino en las dos rondas», ha aseverado en un comunicado de la Presidencia de Túnez.
Saied ha insistido en esta última idea comparándola con un partido de fútbol: «Esta actitud (…) es similar a anunciar el resultado de un partido en un periódico deportivo al final de su primera mitad».
Distintos partidos de la oposición tunecina han destacado como una victoria política la bajísima participación en las elecciones legislativas celebradas este sábado en Túnez tras su llamamiento a la abstención en protesta por la concentración de poder en manos del presidente Saied.
«La participación en las elecciones ha confirmado que la gente está decepcionada con Kais Saied», destacó un portavoz del Frente Nacional, Ahmed Nayib, calificando la abstención de «terremoto de ocho grados de magnitud en la escala de Richter», informó la emisora tunecina Mosaique FM.
Por ello emplazó el pasado sábado al pueblo tunecino, a las organizaciones y asociaciones de la sociedad civil y a las personalidades del país a movilizarse, cerrar filas y participar en las protestas y concentraciones para «derrocar» al «régimen del 25 de julio de 2021» en referencia a la fecha en la que Saied ordenó la disolución del Gobierno y la suspensión del Parlamento.
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