El Gobierno toma posesión con Netanyahu al frente de una coalición de partidos ultraderechistas y ultraortodoxos

El Gobierno toma posesión con Netanyahu al frente de una coalición de partidos ultraderechistas y ultraortodoxos

‘Bibi’ rechaza las críticas opositoras y dice que «perder las elecciones no es el fin de la democracia».

El nuevo Gobierno de Israel ha tomado posesión este jueves tras un acto en el Parlamento marcado por una concentración de cientos de personas frente a la Knesset para protestar contra el Ejecutivo entrante, que cuenta en sus filas con varios partidos ultraderechistas y ultraortodoxos.

La votación se ha saldado con el respaldo de 63 de los 120 parlamentarios tras una sesión que ha arrancado con un discurso del ahora primer ministro, Benjamin Netanyahu, quien ha presentado su agenda política, centrada en hacer frente al programa nuclear iraní, desarrollar la infraestructura pública y mejorar la seguridad ante los últimos ataques terroristas.

Netanyahu, que ha sido objeto de improperios durante su intervención, ha acusado a la oposición de no aceptar los resultados de las elecciones del 1 de noviembre. «Escucho los constantes lloros de la oposición sobre el fin del país y la democracia. Perder las elecciones no es el fin de la democracia, es la esencia de la democracia», ha apuntado.

«En una democracia no nos subimos a las vallas del Capitolio ni a las vallas de la Knesset», ha sostenido, según ha informado el diario ‘The Times of Israel’. Asimismo, ha reiterado que el nuevo Gobierno trabajará para «restaurar la gobernanza, la tranquilidad y la seguridad personal de los ciudadanos de Israel».

«Un régimen democrático es puesto a prueba por la disposición de los perdedores a aceptar la mayoría de la oposición», ha apuntado, según Arutz Sheva. «En una democracia ordenada, se respetan las reglas del juego. Lo acabamos de ver en un contexto diferente, en la final de la Copa del Mundo, cuando los seguidores franceses estaban decepcionados, como ustedes, pero aceptaron el resultado. Incluso aplaudieron al equipo argentino», ha explicado.

Así, Netanyahu ha reconocido que «no espera» que los partidos opositores «aplaudan», pero ha incidido en que «se espera que respeten la decisión de los votantes y cesen su rebelión contra el gobierno electo». «Es la sexta vez que presento un gobierno bajo mi liderazgo. Estoy tan abrumado como la primera vez», ha zanjado.

Los aliados del Likud están impulsando una serie de cambios a nivel legal y político que, según la oposición, alienan a gran parte de la población y amenazan con desencadenar un conflicto a gran escala con los palestinos, especialmente en torno a la posible anexión de territorios en Cisjordania a través de una mayor expansión de los asentamientos, considerados ilegales por el Derecho Internacional.

De hecho, Netanyahu afirmó el miércoles en una serie de mensajes en su cuenta en la red social Twitter que «el pueblo judío tiene derecho exclusivo e incuestionable a todas las áreas en la Tierra de Israel» y adelantó que impulsará la expansión de los asentamientos en Cisjordania, algo criticado por la Autoridad Palestina, que ha cargado además contra el papel que jugarán en el seno del Ejecutivo varios líderes ultraderechistas.

‘Bibi’, quien es la persona que más tiempo ha estado en el cargo de primer ministro de Israel, ha presentado además a los integrantes de su Gobierno, compuesto por 31 ministros y cuatro viceministros tras semanas de negociaciones con los socios de coalición del Likud.

Entre los últimos nombramientos desvelados figuran Eli Cohen, parlamentario del Likud, como próximo ministro de Exteriores, y el antiguo embajador en Estados Unidos Ron Dermer como ministro de Asuntos Estratégicos. Además, Yoav Kisch será ministro de Cooperación Regional, que sumará a su puesto al frente de la cartera de Educación, mientras que Gila Gamliel será ministra de Inteligencia.

El Ejecutivo estará integrado además por Yoav Gallant como ministro de Defensa; Bezalel Smotrich como ministro de Finanzas –rotativo–, cargo que sumará a uno en el Ministerio de Defensa; Yitzhak Goldknopf como ministro de Vivienda; Aryeh Deri como ministro del Interior –rotativo– y ministro de Sanidad; e Itamar Ben Gvir como ministro de Seguridad Nacional.

Asimismo, Amichai Chikli será ministro de Diáspora e Igualdad Social; Israel Katz estará al frente de Energía –rotativo–; Miri Regev estará al frente de Transportes; Yariv Levin será ministro de Justicia; Avi Dichter será ministro de Agricultura; Ofir Akunis encabezará la cartera de Innovación y Ciencia; y Yaakov Margi liderará la de Bienestar –rotativa–.

Por su parte, Idit Silman será ministra de Protección Ambiental; Haim Katz liderará Turismo; Michael Malkieli estará al frente de Servicios Religiosos; Nir Barkat, de Economía; Yitzchak Wasserlauf, de Desarrollo del Neguev y Galilea, Ofir Sofer, de Aliyá e Integración; Miki Zohar, de Cultura y Deportes, Shlomo Karhi, de Comunicaciones; y Orit Strock, de Misiones Nacionales.

Por último, Amichai Eliyahu será ministro de Patrimonio; Avi Maoz será viceministro en la oficina del primer ministro dedicada a Identidad Judía; Moshe Abultbul será viceministro de Agricultura; Moshe Arbel será viceministro del Interior y Sanidad; y Galit Distal Atbaryan será viceministra en la oficina del primer ministro.

De esta forma, el Likud de Netanyahu contará con 17 de los 33 cargos, mientras que Shas tendrá siete, Sionismo Religioso y Otzma Yehudit tendrán tres, Judaísmo Unido de la Torá contará con dos y Noam tendrá uno. Del total, únicamente cinco son mujeres.

AVISO DE LAPID

Por su parte, el primer ministro saliente, Yair Lapid, ha dicho en su discurso que entrega el poder «con el corazón inquieto». «Entregamos un país en condiciones excelentes, con una economía fuerte, unas capacidades de seguridad mejoradas y una poderosa disuasión. Intenten no arruinarlo. Volveremos pronto», ha sostenido.

En este sentido, ha enumerado una serie de medidas puestas en marcha por su Gobierno, incluida la profundización de los lazos con Emiratos Árabes (EAU), Bahréin y Marruecos –firmantes de los ‘Acuerdos de Abraham’– y el acuerdo con Líbano para la demarcación de la frontera marítima.

La sesión ha estado marcada por una manifestación frente a la sede de la Knesset en la que han participado cientos de personas que han coreado eslóganes contra el racismo y la corrupción –en referencia al juicio contra Netanyahu por estos cargos– y han prometido «acabar con la oscuridad».

«‘Bibi’ y Ben Gvir están destruyendo la democracia», indica una de las pancartas de la protesta, en la que también se han podido ver muchas banderas de Israel y arcoíris, ante las preocupaciones sobre la presencia en el seno de la coalición de políticos abiertamente homófobos.

De hecho, el líder de Sionismo Religioso, Bezalel Smotrich, ha manifestado en el pasado opiniones contra la comunidad LGBTQ, al igual que Avi Maoz, líder del ultraderechista Noam, que controlará el contenido que se imparte en las escuelas. Maoz se ha descrito a sí mismo como «un homófobo orgulloso» y ha tildado de «oscuridad» a las posturas liberales en el seno del judaísmo.

El presidente de Israel, Isaac Herzog, expresó recientemente su preocupación por varios comentarios por parte de políticos que integran la coalición de gobierno entrante, que llevaron incluso a Netanyahu a aclarar que no se aprobará por ley la discriminación por motivos religiosos. En este sentido, Herzog se declaró «preocupado» por el aumento de los «comentarios contra la comunidad LGTB y contra cualquier grupo o sector diferente».


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