El grupo rebelde M23 acusa a RDC de "externalizar el conflicto" a través del uso de "mercenarios"

El grupo rebelde M23 acusa a RDC de «externalizar el conflicto» a través del uso de «mercenarios»

El grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) ha acusado a República Democrática del Congo (RDC) de «crear el caos» a través de la «externalización del conflicto» y ha reiterado sus denuncias sobre el uso de «mercenarios» por parte de Kinshasa en los combates en la provincia de Kivu Norte (este).

«El Gobierno de RDC está creando el caos en nuestro país y en la región de los Grandes Lagos al externalizar el conflicto y usar mercenarios para combatir contra el M23 en todas las líneas de frente junto a la coalición gubernamental», ha dicho el portavoz del grupo, Lawrence Kanyuka.

Así, ha subrayado que las autoridades congoleñas «han violado el Derecho Internacional» con el reclutamiento de estos presuntos mercenarios y ha cargado contra la Misión de Naciones Unidas en RDC (MONUSCO) por ser un «pilar» de la ofensiva militar del Ejército y varias milicias aliadas.

«Desde el inicio, el Gobierno congoleño debió haber sido privado de todo apoyo, pero por contra la MONUSCO se ha convertido en el pilar de la coalición, lo que va en contra de su propio código de imparcialidad, al estar implicado en la violación del alto el fuego», ha argumentado.

El portavoz del grupo ha incidido en que «la MONUSCO usa sus drones para llevar a cabo tareas de reconocimiento sobre posiciones del M23 en nombre de la coalición del Gobierno congoleño, que posteriormente bombardea con Sukhoi-25, carros de combate y artillería pesada».

«El M23 condena el continuo bombardeo contra zonas densamente pobladas por parte de la coalición con ayuda de la MONUSCO. El M23 sigue defendiéndose de forma profesional y protegiendo a la población civil y sus pertenencias y no escatimará esfuerzos a la hora de hacer frente a la amenaza, venga de donde venga», ha zanjado.

El M23 es un grupo rebelde formado principalmente por tutsis congoleños y que opera principalmente en la provincia de Kivu Norte. Tras un conflicto entre 2012 y 2013, RDC y el grupo firmaron en diciembre un acuerdo de paz. En dichos combates, el Ejército de RDC contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas.

El grupo lanzó una nueva ofensiva en octubre de 2022, recrudecida a partir de noviembre, lo que ha provocado una crisis diplomática entre RDC y Ruanda por su papel en el conflicto. Expertos de la ONU apuntaron en diciembre a la existencia de «pruebas sustancias» sobre una «intervención directa» del Ejército ruandés en el conflicto.

Igualmente, destacaron una colusión entre el Ejército congoleño y varios grupos armados, incluidas las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) y los mai-mai, para combatir al M23, incluida la propuesta de grupos armados de «movilizar a 600 combatientes» para reforzar las filas de las Fuerzas Armadas.

Ruanda ha acusado a RDC de apoyar a las FDLR –un grupo armado rebelde fundado e integrado principalmente por hutus responsables del genocidio de 1994 en Ruanda– y de utilizar a las milicias mai-mai –milicias nacionalistas congoleñas formadas para defender su territorio tribal frente a los numerosos grupos rebeldes activos desde los noventa– en el marco del conflicto. Asimismo, ha denunciado discriminación y actos de odio contra la minoría tutsi en el país vecino.


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