Huu Can Tran, de 72 años, mató a diez personas en un salón de baile de la localidad californiana de Monterey Park poco después del festival del Año Nuevo chino y después irrumpió en otro salón de baile cercano con la intención de asesinar a más personas, pero un hombre de 26 años logró arrebatarle el fusil semiautomático que portaba a pesar de que jamás había visto antes físicamente un arma.
Brandon Tsay ha sido ya calificado de «héroe» por la prensa californiana. «Tenía el corazón hundido. Sabía que iba a morir», ha relatado en declaraciones a ‘The New York Times’ mientras recordaba cómo el asaltante había encañonado con su arma a los presentes en el salón de baile Lai Lai Ballroom & Studio de la localidad de Alhambra.
Tsay no sabía que el atacante acababa de matar a diez personas en otro salón de baile apenas 20 minutos antes y se abalanzó sobre él hasta lograr arrebatarle el arma, por lo que seguramente evitó otra masacre.
«Parecía como si estuviera buscando a quién disparar, a quién hacer daño», ha relatado Tsay en declaraciones a la cadena ABC. Entonces el Huu Can Tran comenzó a prepararse para disparar y «algo me embargó», ha relatado Tsay y supo que tenía que «desarmarle o de lo contrario moriría todo el mundo».
«Me abalancé sobre él con las dos manos en cuanto reuní el valor necesario», le quitó el arma y le apuntó. «¡Márchate de aquí!», le gritó, y el hombre salió del local y se subió a una furgoneta. «Llamé a la policía inmediatamente, con el arma aún en la mano», ha asegurado.
Huu Can Tran murió horas después tras dispararse a sí mismo dentro de una furgoneta al verse rodeado por efectivos de las fuerzas de seguridad, según ha informado la Policía.
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