El dúo australiano de amigos de la infancia conformado por Royel Maddell y Otis Pavlovic, conocido artísticamente por el resultado de la suma de sus nombres, Royel Otis, ha reanudado este viernes por la noche en Madrid su gira europea con el primero de los dos conciertos que ofrecerá en España, en el que ha vuelto a ejercer un derroche de energía y complicidad, enloqueciendo con su indie pop a un público entregado en ‘La Sala del Wizink Center’ de la capital.
Cuando pasaban 20 minutos de las nueve de la noche ha rugido la sala para recibir al dúo, vestidos con camisetas, vaqueros y zapatillas.
La música sonaba y se adivinaban los acordes de la imprescindible ‘Heading For The Door’, empezando así el concierto, para ir creando poco a poco un ambiente de euforia que llegaría a su punto álgido en torno a la última mitad del ‘show’.
«Sois jodidamente increíbles», han gritado en su inglés con acento australiano, para luego, conforme transcurría el concierto; repetir esa frase varias veces enfatizando el cariño que le profesaba al público.
Durante casi una hora y media, los creadores de ‘Oysters in my pocket’, uno de sus mayores éxitos, que ya acumula casi 124 millones de reproducciones en Spotify, han presentado su álbum de debut ‘Pratts&Pain’ en la sala madrileña que les ha devuelto su energía imparable coreando todas las canciones.
De su primer trabajo de estudio, en el que unen el indie y el pop-rock acumulando una tonelada de melodías brillantes, los artistas han interpretado algunas canciones como la melancólica pero a la vez reconfortante ‘Til The Morning’, ‘Adored’ o las tan celebradas ‘Sofa King’ -tema principal del EP que lanzaron en 2023- o ‘Foam’. También han regalado a sus fanáticos el directo de su último lanzamiento ‘If Our Love Is Dead’, tema que vio la luz hace apenas un mes pero que sus seguidores cantaban como si fuese un tema eterno.
Los ritmos tan alternativos, que en ocasiones recuerdan a la brisa australiana y que los erigen como los herederos legítimos de cierto tipo de pop en peligro de extinción, no han sido impedimento para que ‘La Sala del Wizink Center’ colgara el cartel de todo vendido desde poco después de que las entradas saliesen a la venta.
Tras pronunciar tímidamente algunas palabras en español y saludar con un «Hola, ¿qué tal estáis?» a su público emocionado, han tocado ‘IWDWY’, al que después han sucedido ‘Sonic Blue’ y ‘Velvet’ para, a continuación, subir a un chico del público al escenario y darle de beber champán a bocajarro ante la mirada atónita de la sala.
Tras estos dos pelotazos, ha llegado ‘Nack Nostalgia’. En ese momento, las 800 personas que llenaban ‘La Sala del Wizink Center’ han empezado a dejarse llevar por el ritmo que condensaba la euforia y que marcaba el dúo de los de Sidney. ‘Fried Rice’ y ‘Kokomo’ se han sucedido imparables. Luego han llegado las oportunas y puntuales ‘covers’ que se tornaron virales de ‘Murder on the Dancefloor’ y ‘Linger’ de The Cranberries. Y de pronto ha surgido su mayor éxito, ‘Oysters In The Pocket’, para alcanzar el clímax del espectáculo.
Así, casi un millar de personas han seguido coreando y bailando de lado a lado estos acordes a veces psicodélicos y con reminiscencias de post-punk, siendo los asistentes, en su mayoría, jóvenes internacionales.
Estos mismos jóvenes han cerrado la actuación de los veinteañeros de Sidney coreando a gritos la impresionante ‘Kool Aid’ en un concierto que será difícil de olvidar para muchos y que puede que marque el principio de muchos más ‘shows’ en España.