El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha denunciado que los ataques perpetrados por Rusia sobre infraestructuras críticas de Ucrania dejan en «situaciones de vulnerabilidad» a millones de personas, antes de un invierno que prevé de «extrema dureza».
Turk ha hecho balance de la situación en Ucrania, durante un discurso en el que ha recordado que diez millones de hogares y empresas sufren cortes de electricidad fruto de unos ataques que, si no se detenienen, «podrían llegar a un deterioro aún más grave de la situación humanitaria y provocar más desplazamiento».
«Mi mensaje es que todas las partes implicadas en actividades armadas respeten el Derecho Internacional Humanitario», ha implorado el Alto Comisionado, que ha lamentado los «horrores» de un conflicto que estalló en febrero y que, a corto plazo, no muestra visos de solución.
La ONU estima que más de 18 millones de personas necesitan ayuda humanitaria, mientras que la cifra de refugiados supera los 7,8 millones y la de desplazados internos los 6,5 millones. Además, 1,5 millones de niños pueden sufrir problemas de salud mental.
La oficina que dirige Turk tiene constancia de más de 6.700 civiles fallecidos desde que comenzó la invasión y el Alto Comisionado ha explicado este jueves que sólo en las regiones de Kiev, Chernígov y Sumi se han confirmado 441 muertes –28 de ellos niños– hasta el 6 de abril, cuando ya algunas zonas fueron accesibles tras las retiradas de las tropas rusas.
«Las cifras reales probablemente sean mucho mayores, ya que estamos intentando corraborar otras 198 muertes en estas regiones», ha declarado. Además, la ONU también examina otros casos en zonas de Járkov y Jersón que han sido recuperadas recientemente por las tropas ucranianas.
CRÍMENES DE GUERRA
Naciones Unidas sí considera confirmado que los militares rusos han ejecutado a civiles previamente detenidos, así como en lugares públicos o incluso viviendas. «Hasta cuando una víctima había demostrado claramente que no era una amenaza, por ejemplo levantando sus manos al aire», ha señalado el Alto Comisionado.
Así, hay «fuertes indicios» de que se perpetraron ejecuciones sumarias, lo que según Turk equivaldría a crímenes de guerra. Ha pedido que se investigue cualquier posible abuso y que los responsables rindan cuentas ante la Justicia.
Hasta ahora, sin embargo, «la rendición de cuentas es muy insuficiente». La ONU no ha podido confirmar ningún caso en el que un miembro de las Fuerzas Armadas rusas haya sido juzgado e incluso en Ucrania faltan «recursos y capacidades» para llevar a cabo estas pesquisas.
«Las cicatrices de la guerra serán profundas» y «la rendición de cuentas uno de los remedios para sanar las heridas de la guerra», ha insistido Turk en su discurso.
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