El opositor Karim Wade, hijo del expresidente de Abdoulaye Wade, ha condenado la decisión del Consejo Constitucional de Senegal de excluirle de la lista de candidatos a las elecciones presidenciales de febrero y ha pedido a las autoridades que se investiguen las razones por las que se le ha excluido tanto a él como a otros políticos.

«Tras la escandalosa e inaceptable decisión del Consejo Constitucional, los diputados del partido Democrático Senegalés exigen la creación inmediata de una comisión parlamentaria para investigar las condiciones de eliminación de los candidatos en las elecciones del 25 de febrero y, en particular, la de Karim Wade, candidato de la Coalición K24 (Karim 24)», reza un comunicado de la formación política.

Según ha señalado, «esta comisión de investigación debe investigar en particular los conflictos de intereses, las ventajas y sospechas de corrupción y la colusión de ciertos miembros de nuestro Consejo Constitucional con ciertos candidatos», mientras que han considerado que los jueces tienen «dudosas conexiones» y «conflicto de intereses».

El Partido Democrático y la Coalición K24 presentarán una denuncia sobre los «ataques a la democracia, a los derechos de los candidatos y a la Constitución en el marco de una investigación exhaustiva», si bien las autoridades rechazaron su candidatura por no haber rechazado a la nacionalidad francesa a tiempo. En 2019, la candidatura de Wade, exiliado en Qatar, ya había sido invalidada debido a su condena por malversación de fondos públicos.

El Consejo Constitucional publicó este sábado el listado de candidatos a las elecciones, que incluye 20 aspirantes autorizados para concurrir a las urnas, y que deja también fuera al principal líder de la oposición de Senegal, Ousmane Sonko, considerado el rival más fuerte para el candidato del partido gubernamental, el primer ministro Amadoy Ba.

Sonko lleva tiempo en el punto de mira de la Judicatura senegalesa en forma de varios casos a sus espaldas que sus seguidores denuncian como una persecución política. Las detenciones de las que ha sido objeto han derivado desde hace más de dos años en protestas por parte de sus simpatizantes que se han saldado con decenas de muertos e importantes daños materiales.