El primer ministro francés, François Bayrou, ha superado este miércoles su séptima moción de censura desde que asumió el cargo en diciembre del año pasado, después de que la Asamblea Nacional, tal y como se esperaba, no haya aprobado esta última presentada por La Francia Insumisa (LFI).
Como era de esperar, la moción de censura, que se quedó finalmente con 116 apoyos frente a los 289 necesarios, no ha contado con el respaldo de los ultraderechistas de Agrupación Nacional, ni tampoco con el Partido Socialista, salvo el de un diputado, informa la cadena BFMTV.
En esta ocasión, la moción de censura estaba motivada por el rechazo a una serie de enmiendas presentadas por LFI y los ecologistas a una controvertida ley sobre agricultura que pretende, entre otras cosas, la vuelta de ciertos pesticidas prohibidos y facilitar la ganadería intensiva.
LFI denuncia que el Gobierno, de la mano de Agrupación Nacional, en un intento de evitar las enmiendas presentadas a la norma, decidieron rechazar el texto y enviarlo directamente a la comisión sin debate ni votación en la Asamblea, una maniobra utilizada ya por segunda vez para eludir el control parlamentario.