El patronato del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC), en el que se encuentran Gobierno, Generalitat y Ayuntamiento de Barcelona, se reúne este lunes tras la sentencia sobre las pinturas murales de Sijena.
El director del MNAC, Pepe Serra, dijo el mismo día que se conoció la sentencia, el pasado 28 de mayo, que pediría una reunión extraordinaria del patronato para «tratar la cuestión, tomar las decisiones oportunas y los pasos a seguir».
Esta semana, la consejera de Educación, Cultura y Deporte aragonesa, Tomasa Hernández, envió sendas cartas al presidente del patronato del MNAC, Joan Oliveras, y al ministro de Cultura, Ernest Urtasun, para acelerar el traslado de las pinturas murales.
La semana pasada, el Parlament aprobó una declaración impulsada por PSC-Units, Junts, ERC, Comuns y CUP, que expresaba el apoyo al MNAC ante la sentencia del Tribunal Supremo sobre las pinturas murales y pedía al Govern agotar todos los recursos que tenga a su alcance para que se queden en el museo.
PRÉSTAMOS «PUNTUALES»
Tras la sentencia, el MNAC alertó de la fragilidad de las pinturas y su sensibilidad a los cambios ambientales, y señaló que los estudios que se han realizado a nivel físico constatan que «no soportan la vibración».
El museo aseguró que desde su instalación en Montjuïc en 1961 el conjunto de las pinturas no ha salido del museo en su totalidad, y ha añadido que ha hecho préstamos «puntuales» de pequeños fragmentos para exposiciones pero que desde 1997 ninguna porción ha viajado.
Por otra parte, nueve exconsellers de Cultura de la Generalitat presentaron un manifiesto en el que piden el mantenimiento de las pinturas murales en el MNAC, y señalaron que «no pueden ser trasladadas sin sufrir daños irreparables».