El Pentágono ha anunciado este jueves una investigación interna sobre la hospitalización del secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, por un cáncer de próstata detectado a comienzos de diciembre debido a la falta de comunicación entre oficinas y departamentos ante su estado de salud.
«El objetivo de esta revisión es examinar las funciones, los procesos, los procedimientos, las responsabilidades y las acciones relacionadas con la hospitalización del secretario de Defensa en diciembre de 2023», reza un escrito firmado en la víspera por el inspector general del Departamento, Robert Storch.
La investigación será llevada a cabo desde la misma Secretaría de Defensa y tendrá como objetivo evaluar si tanto las políticas como los procedimientos del Departamento «son suficientes para garantizar notificaciones oportunas y apropiadas» debido «a motivos de salud u otros motivos de indisponibilidad de los altos directivos».
De esta forma, Storch ha autorizado el acceso a cualquier tipo de material que considere necesario para realizar la investigación. «Podremos identificar oficinas y personal adicionales que puedan tener información relevante», ha agregado.
Austin ha estado hospitalizado desde el pasado lunes 1 de enero en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed de Bethesda (Maryland), tras complicarse una cirugía a la que se sometió, hecho que no tendría mayor relevancia de no ser porque ni la Casa Blanca ni el secretario de Estado, Antony Blinken, ni la propia sustituta de Austin, Kathleen Hicks, estaban al tanto de su ingreso.
El secretario de Defensa, de 70 años, se encuentra inmediatamente detrás del presidente Joe Biden en la cadena de mando del Ejército estadounidense y desempeña un papel central en los numerosos escenarios en los que Estados Unidos está implicado militarmente en todo el mundo, incluyendo el conflicto entre Israel y Hamás, los ataques de los hutíes en el mar Rojo o la guerra en Ucrania.