Bolaños augura que el PP acabará avalando las política de distensión con Cataluña
La portavoz adjunta del Grupo Popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, ha acusado este miércoles al Gobierno de utilizar la amnistía a los encausados por el ‘procés’ para «impedir la alternancia» y expulsar al PP del «tablero político» y ha echado en cara al ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, que legisle no sólo «ad delinquens», sino también contra «jueces concretos», como el de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón.
Ha sido en el Pleno del Congreso en el transcurso de una interpelación que dará lugar a una moción que el PP someterá a votación en el hemiciclo dentro de dos semanas, ya después de las elecciones gallegas.
Para la diputada ‘popular’, no existen precedentes de una amnistía concedida para «comprar el poder», por lo que el Gobierno de Pedro Sánchez es «corruptamente único». «Si el fiscal general lo fuera del Estado y no del señor Sánchez ya habría actuado contra ustedes de oficio. Está demasiado ocupado y ofuscado defendiendo a un prófugo», ha agregado.
DEVASTADORA DECISIÓN DE LA JUNTA DE FISCALES
En este punto, ha sacado a colación la decisión de la Junta de Fiscales del Supremo favorable a la propuesta del juez Manuel García-Castellón de investigar por terrorismo al expresidente catalán Carles Puigdemont. «Qué devastadora para ustedes, que esperanzadora para la Justicia», ha dicho.
La interpelante ha acusado al Gobierno de «alentar», «legitimar» y «renaudar» el proceso separatista, emplazando a Bolaños a aclarar si «van a renunciar a un referéndum» y ha hecho hincapié en que al Ejecutivo sólo le preocupa «la convivencia entre el chantajista y el chantajeado porque sin ella, colorín colorado».
Y es que, según la tesis de Álvarez de Toledo, desde el Gobierno se invoca la «convivencia con el separatismo para liquidar la convivencia constitucional». «Porque eso es en realidad la ley de amnistía, un instrumento para impedir la alternancia en España», ha alertado.
En concreto, la dirigente ‘popular’ ha señalado que la amnistía es «un paso más» en la estrategia iniciada por el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero «para echar a la derecha del tablero político mediante un cambio espurio en las reglas del juego». Y, tras recalcar que Zapatero ha fijado como reto de esta legislatura, el reconocimiento de la identidad nacional de Cataluña, ha preguntado a Bolaños si «el siguiente paso es un referéndum de autodeterminación» y «si la lo han negociado en un chalé suizo».
AMNISTIAR EL TERRORISMO
Y también ha cargado contra el ministro por «el borrado de los delitos terroristas» en la ley. «Su histórica aportación a la jurisprudencia patria es que hay dos tipos de terrorismo, el que viola los Derechos Humanos y el que garantiza siete votos para seguir en La Moncloa», le ha soltado.
También ha le exigido que desvele cómo va a afectar la norma a «otros terroristas», como los de ETA. «El TC acaba de ratificar al señor Otegi en su condición de terrorista, ya lo pueden ir amnistiando», ha deslizado.
A su juicio, será «complicado» amnistiar a terroristas con delitos de sangre –«aunque todo se andará»–, y será más sencillos perdonar a los procesados por colaboración, extorsión, amenazas o estragos. «¿Por qué no? ¿O van ustedes a derrogar también el principio de igualdad para los terroristas, aministiables catalanes, no amnistiables vascos?», ha apostillado.
En este contexto, ha afeado al Gobierno que legisle «no sólo ‘ad delinquens’ sino también «contra jueces concretos». Se refería a la «última ocurrencia» que ha achacado al ministro, la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal a la que ha abierto la puerta el Ejecutivo para limitar los plazos de instrucción, y, por ende, el «margen de actuación» de García-Castellón.
«Sus contorsiones empiezan a resultar casi cómicas, pero igual de inútiles» ha aseverado Álvarez de Toledo convencida de que los jueces volverán a ser «diques de contención» igual lo fueron tras el prócés.
Por todo ello ha concluido que Bolaños es «el ultra vicario del ultra mayor del Reino», en referencia al presidente del Gobierno, y un «burócrata que confunde la convivencia entre españoles con la conveniencia de su jefe».
Como en choques anteriores entre Bolaños y Álvarez de Toledo, la palabra «ultra» ha sido una de las más escuchadas en el debate. El ministro se ha congratulado de que tras la batería de preguntas que le habían dirigido previamente otros miembros del Grupo Popular la «alineación ultra» hubiera actuado «al completo» tras la interpelación de la portavoz de su interlocutora, a la que ha reprochado su «altivez» y su «tono perdonavidas».
Después, ha insistido en situar «en la ultraderecha» su discurso «plagado de falsedades» y le ha recriminado sus «amenazas» sobre la apertura de «proceso penal» contra el Gobierno, en referencia al procedimiento que, según la diputada, debería abrirles la Fiscalía por corrupción.
QUIEREN QUE NOS ENCARCELEN
«Esa voluntad de que se nos encarcele, de que nos abra un procedimiento penal. De verdad, ¿no saben ustedes hacer política sin intentar cancelar al de enfrente?», les ha preguntado.
Bolaños ha rebatido a la tesis de su interpelante de que al final, pase lo que pase con la Ley de Amnistía, se impondrán la Constitución y la Justicia europea recalcando que es legislatura «ya es compatible esta legislatura con la Constitución y con el Derecho Europeo».
Tras avisarle, asimismo, de que la legislatura «será larga», le ha recordado que las reglas de la democracia parlamentaria también rigen para el PP y que por eso su partido ha sellado con Vox mayorías alternativas para gobernar en determinados territorios.
Y, como en ocasiones anteriores, ha defendido la política del Gobierno respecto a Cataluña porque ha conseguido apaciguar el conflicto y ahora hay menos partidarios del independentismo que en 2017. «Las cosas están mucho mejor, pero se ve ustedes vivían mejor en el conflicto, cuando Cataluña estaba ardiendo», ha comentado.
Por último, después de acusar al PP de ser «una fábrica de hacer independentistas», Bolaños se ha mostrado convencido de que con el tiempo el PP acabará haciendo suya esta política de distensión del Gobierno como sucedió, ha recordado a cuenta del fin de ETA después de las «barbaridades» que dedicaron a Zapatero y el entonces ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba.