El presidente del Parlamento de Líbano, Nabih Berri, ha rechazado este martes los llamamientos a una sesión abierta hasta que se alcance un acuerdo para nombrar al sustituto del presidente libanés, Michel Aoun, cuyo mandato expiró el 31 de octubre.
El Parlamento ha celebrado hasta la fecha once sesiones, sin que se haya alcanzado un acuerdo para nombrar al nuevo presidente del país, lo que ha llevado incluso a dos diputados a iniciar una sentada en el hemiciclo para pedir una sesión continuada hasta superar los obstáculos.
Berri ha indicado en una entrevista concedida al diario libanés ‘Al Yumhuria’ que estos llamamientos «no lograrán nada en una atmósfera de incompatibilidad, ya que una sesión abierta implicaría paralizar totalmente el Parlamento, lo que está prohibido y es inaceptable».
«No sería sólo una alteración del Parlamento, sino una alteración del país», ha argumentado, antes de denunciar «intentos de obstruir» los trabajos del legislativo, en medio además de la práctica ausencia de medidas del Gobierno debido a que se encuentra en funciones tras presentar su dimisión.
Por ello, Berri ha pedido determinar «quiénes son los candidatos reales» a la Presidencia libanesa para desbloquear la situación y ha alertado de que «el peligro es muy grande debido a que la situación va de mal en peor, tras haber llegado ya a lo peor».
«No es aceptable que la situación siga al borde del colapso. La Presidencia de Líbano puede aguantar unos meses, pero el país no puede seguir aguantando», ha manifestado, al tiempo que ha vuelto a pedir «diálogo» para superar las «diferencias» y elegir al sustituto de Aoun.
Para ser elegido, el presidente debe obtener el apoyo de dos tercios de los parlamentarios –86 de los 128– en primera ronda o una mayoría absoluta en caso de que haya que celebrar más votaciones, tal y como contempla el artículo 49 de la Constitución libanesa.
Aoun fue elegido presidente en 2016 después de casi medio centenar de sesiones parlamentarias que se prolongaron durante dos años y medio. Líbano lleva varios años atrapado en una profunda y prolongada crisis política, económica y social que ha provocado que más del 70 por ciento de la población viva por debajo del umbral de la pobreza y un sistema bancario paralizado desde octubre de 2019.
Deja una respuesta