El presidente electo de Eslovaquia, Peter Pellegrini, se ha desplazado este jueves hasta el hospital de Banska Bystrica, donde ha podido visitar y conversar brevemente con el primer ministro Robert Fico, que en la víspera fue víctima de un intento de asesinato tras recibir cuatro disparos de bala.
«Escapó de la muerte por poco. Bastaba con que las heridas de bala estuvieran en un lugar diferente por unos centímetros y hoy podríamos tener que estar hablando de cosas completamente diferentes», ha manifestado Pellegrini a las puertas del hospital tras visitar a Fico, recoge el diario ‘Novy Cas’.
El presidente electo ha aprovechado la ocasión para trasladar «mucha fuerza» al malherido jefe de Gobierno, a quien prevé «un periodo muy difícil» en su recuperación. «Creo que no habrá más complicaciones secundarias que puedan agravar el ya grave estado de salud en el que se encuentra», ha relatado.
Asimismo, Pellegrini ha incidido en que el primer ministro Fico se encuentra «muy cansado» y ha agradecido al personal sanitario y a la dirección del hospital por su trabajo y la rápida atención al mandatario, que tuvo que ser ingresado de urgencia el miércoles por la tarde.
Por otro lado, el que será el sucesor de Zuzana Caputova al frente de la Presidencia de Eslovaquia ha hecho un llamamiento a la población civil a calmar las aguas y dejar de difundir mensajes de odio, y centrarse en unir a una cada vez más dividida sociedad eslovaca.
Más tarde, Pellegrini ha ofrecido una entrevista para la cadena de television TA3 en la que ha reconocido que el reencuentro con el primer ministro Fico ha sido «muy emotivo», a la par que ha confirmado que el mandatario ha estado lúcido durante la conversación y le ha reconocido que recuerda todo lo sucedido hasta que entró en quirófano.
«Solo entonces, cuando entró en el quirófano, lo durmieron (…) Realmente tengo los dedos cruzados por él, porque ahora viene lo principal», ha manifestado el presidente electo, que ha señalado que, aunque el estado de salud de Fico «sigue siendo muy grave», no descarta que el mandatario retome parte de su agenda incluso todavía en el hospital.
«Es necesario que nos demos cuenta juntos en todo el país, independientemente de nuestras opiniones políticas, religión o cualquier otra cosa, de que hemos cruzado una ‘línea roja’ en Eslovaquia que nunca habíamos cruzado desde la creación de nuestro país», ha remachado.
El primer ministro eslovaco tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital el miércoles tras recibir un disparo en plena calle. El mandatario salía de una reunión de Gobierno en la localidad de Handlova cuando un hombre de unos 70 años se acercó a él y disparó en hasta cuatro ocasiones, alcanzando al mandatario.
El Gobierno de Eslovaquia ha confirmado este jueves que el tirador que disparó al primer ministro Fico era un «lobo solitario» y no formaba parte de ningún grupo, aunque las autoridades no contemplan para el crimen ninguna otra hipótesis que no sea la motivación política.