El Museo Thyssen-Bornesmiza abre sus puertas desde este martes 27 de febrero a la exposición ‘El realismo íntimo de Isabel Quintanilla’, la primera retrospectiva que alberga la pinacoteca de una artista española y que la sitúa «en la Historia del arte y en un contexto internacional».
«Se ha construido un perfil de Quintanilla para la Historia del arte, que sitúa a su pintura en un contexto internacional contemporáneo y se vincula a un realismo europeo del siglo XIX o el romanticismo», ha explicado durante la presentación el director del museo, Guillermo Solana.
En total, son 90 obras de la artista realista, muchas de las cuales nunca se han visto en España y que abarca varias de sus etapas, desde sus comienzos «más oscuros» -con su primera obra conocida, ‘La lamparilla’- hasta su época final, incluyendo paisajes de sus dos ciudades predilectas, Madrid y Roma, o bodegones donde cobran relevancia objetos modernos como los teléfonos.
El germen de esta muestra fue la exposición que tuvo lugar también en el Thyssen en el año 2016 con otros artistas realistas españoles. «Entonces, la gran estrella prevista era Antonio López, pero la que ‘robó el show’ fue Quintanilla, incluso para el museo», ha reconocido Solana, recalcando que la opinión mayoritaria entonces fue la de sorpresa ante una artista «más desconocida y que conmovía».
La dificultad para recuperar las obras de Quintanilla ha sido «enorme», ya que buena parte de sus cuadros estaban sin localizar. «Buena parte de esta obra no se había visto en España porque se vendió en Alemania en los años 70 y 80 en colecciones privadas, y no había mucho registro escrito de estas transacciones», ha remarcado Solana.
PRÉSTAMO DE PEDRO ALMODÓVAR
La comisaria de la exposición, Leticia de Cos, ha asumido ese reto de encontrar pinturas ‘olvidadas’ en manos privadas. «Si hubiese estado aquí, seguramente Isabel habría vivido el momento con alegría y también un poco temerosa de reencontrarse con obras que regresan a España después de mucho tiempo», ha apuntado la comisaria.
En la presentación se han destacado algunos cuadros relevantes de Quintanilla, como es ‘Homenaje a mi madre’ -donde una máquina de coser recuerda a la costurera que sacó adelante a la familia de la artista-, además de los ya citados paisajes con vínculos afectivos o la pintura de proximidad, con bodegones de alimentos y flores.
También se incluye en esta muestra el una acuarela sobre papel bajo el título de ‘Besugo’, que tal y como describe la cartela es una obra proveniente de la colección privada del cineasta Pedro Almodóvar. También hay otros préstamos de pintores compañeros de Quintanilla, como es el caso de otra pieza cedida por Antonio López.
«YA TOCABA»
Por el contrario, Quintanilla no incluye a muchas figuras humanas en sus cuadros. «No le gustaba pintar personas porque decía que si ponía a una figura la historia ya estaba hecha», ha apuntado la comisaria, quien ha remarcado que Quintanilla hablaba siempre de sus obras como el resultado del «trabajo y la técnica sin ahogar la emoción».
La comisaria ha recordado también otras palabras de Quintanilla, fallecida en el año 2017, respecto a que la realidad le producía «una emoción tan grande» que era lo que le llevaba a pintar. También la soledad era otro de los leit-motiv que arrastraba a los pinceles a la artista, que siempre pintaba del natural y nunca utilizó fotografías.
«Ya tocaba», ha afirmado De Cos respecto a convertirse en la primera mujer española que tiene una retrospectiva en el Thyssen. «Ella nunca tuvo declaraciones de quejas respecto a su posición de mujer en el mundo del arte. Trabajó con compañeros hombres y en ese grupo vio los mismos problemas: se sintió siempre reconocida como artista», ha concluido.
Esta exposición traerá otra novedad, y es que desde el próximo sábado 2 de marzo las exposiciones temporales del Thyssen abrirán gratis ese día de la semana de 21.00 a 23.00 horas gracias a un patrocinio de Uniqlo.