Desde el 1 de julio, entra en vigor una reforma del Reglamento General de Circulación en España, que incluye la incorporación de nueve nuevas señales de tráfico, aprobadas por el Consejo de Ministros el 10 de junio.
Se trata de la primera actualización significativa desde 2003, impulsada por la Dirección General de Tráfico (DGT) para adaptarse a los cambios sociales, tecnológicos y de movilidad de las últimas dos décadas.
Las señales se irán instalando progresivamente en un plazo de hasta un año, mientras que su inclusión en exámenes teóricos de conducción se postergará al menos tres meses.
Entre los cambios destacan señalizaciones que consideran nuevos modos de transporte como bicicletas y patinetes eléctricos, así como la modernización de pictogramas y una mayor precisión en la señalización circunstancial. También se rediseñan y redefinen señales verticales y marcas en la vía, se adaptan tamaños para una fabricación más ecológica, y se ofrece información más detallada sobre combustibles.
Asimismo, se eliminan connotaciones de género en la iconografía, fomentando una representación más inclusiva y neutral.