El equipo español de Billie Jean King Cup se estrena este miércoles en las Finales de Málaga en el duelo de octavos de final ante la Polonia de Iga Swiatek, una eliminatoria en la que el equipo capitaneado por Anabel Medina, en el banquillo, y Paula Badosa, en la pista, busca mostrar su candidatura a llegar lejos en un torneo que no gana el equipo español desde 1998.
España debuta en las Finales de la Billie Jean King Cup de Málaga ante un rival que ha pasado de asequible a complicado. Una prueba de nivel para un equipo español que llega con la competición con las expectativas muy altas pese a no haber alcanzado una final desde 2008 y que en las últimas ediciones no ha cumplido con las expectativas marcadas.
Sin embargo, el momento de forma de la número uno española, Paula Badosa, que ha cuajado un tramo final de temporada notable que le ha llevado a rozar de nuevo el ‘Top 10’ mundial, hace soñar a un equipo que mantiene la consistencia de Sara Sorribes y la pujanza de la joven Jessica Bouzas, pero que ha visto mermado su potencial con la baja de Cristina Bucsa, con la que se esperaba formar un potente doble con la castellonense con la que logró el bronce en Paris 2024.
Además, el equipo capitaneado por Anabel Medina contará con el factor campo a su favor, aunque la pista no es la más favorable para las españolas. Las gradas del Palacio de los Deportes José María Martín Carpena de Málaga tendrán un papel importante en el desarrollo de la eliminatoria ante las polacas. Y es que esa es una de las peculiaridades de la BJKC, en las que el poder jugar en casa y con el aliento de la afición puede decantar la balanza a favor de un equipo u otro.
Un España – Polonia que estará marcado por el duelo entre las números uno de cada equipo: Paula Badosa e Iga Swiatek. La española parece haber olvidado los problemas físicos que le habían lastrado y ha brillado desde el mes de agosto con un título en Washington y semifinales en Cincinnati, Pekín y Ningbo, un rendimiento que le ha llevado a escalar hasta el número 12 del ránking WTA.
Un nivel de juego notable que ha alcanzado sobre todo en los torneos de pista dura y que aumenta el optimismo de plantar batalla a Iga Swiatek, contra la que sólo se ha medido en dos ocasiones, ambas en 2021, con una victoria para cada una.
PRIMER PUNTO CLAVE
La número dos del mundo llega como líder de las polacas. La ganadora de Roland Garros había renunciado a acompañar a su país una vez más en el evento, pero finalmente cambió de opinión en busca de encontrar ritmo en una final de año un tanto discreto y que parece hacerla más ‘terrenal’.
La exnúmero uno del mundo, inmersa en un cambio en su equipo técnico desde el verano, llega falta de ritmo y sin sus mejores resultados. De hecho, tras coronarse en la arcilla roja parisina, no ha vuelto a tener excesivas alegrías, con eliminación temprana en Wimbledon, disgusto en su vuelta a París donde se tuvo que conformar con un bronce, y eliminación en cuartos del US Open. Decidió parar y desde la cita neoyorquina sólo ha disputado las Finales de la WTA, quedando eliminada en la fase de grupos, aunque ganó dos partidos.
De todos modos, como en toda competición por equipos, será importantísimo el papel del resto de jugadoras de ambos combinados y el punto del dobles. En España, Sorribes, más experta, y Bouzas, con mejor ránking, pugnarán por ser la número dos y medirse en un primer punto vital a Magdalena Frech, 25 del mundo, en una superficie que no favorece demasiado a las españolas. El triunfo español en este punto daría mucha más tranquilidad a Paula Badosa ante Iga Swiatek.
En cuanto al dobles, la baja de Cristina Bucsa merma al equipo español, ya que junto a Sara Sorribes ha demostrado formar una de las mejores duplas del circuito. La castellonense se perfila fija para este partido y ahora está por ver quién es su compañera con opciones para Nuria Párrizas o incluso Paula Badosa.
Todo en un duelo que ya se ha disputado en la Billie Jean King Cup en tres ocasiones con un balance de dos victorias para las españolas por una de las polacas. La más reciente tuvo lugar el año pasado, un duelo en fase de grupos que acabó con victoria española por 2-1 en un cruce donde ambas selecciones estaban ya eliminadas.