Los familiares y allegados de los rehenes secuestrados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en el marco de los ataques perpetrados el pasado 7 de octubre en suelo israelí, que se saldaron con 1.200 muertos, han vuelto a bloquear este jueves por la mañana la principal arteria que da acceso a la ciudad de Tel Aviv para exigir al Gobierno de Israel un acuerdo que les permita volver a casa.
Los manifestantes, que han convocado protestas en todo el país, han recordado que se han cumplido «300 días de abandono» por parte de las autoridades ante el temor de que el conflicto se recrudezca y se expanda a otros puntos de la región tras el asesinato en Teherán del líder político de Hamás, Ismail Haniye, en un ataque achacado a Israel.
Las autoridades de Egipto y Qatar, mediadores de las conversaciones entre Israel y Hamás, han alertado de que los ataques registrados esta semana contra líderes de Hamás y Hezbolá socavan los esfuerzos por lograr un acuerdo que incluya un alto el fuego y la liberación del centenar de rehenes que quedan en Gaza.
Einav Zangauker, cuyo hijo Matan se encuentra actualmente retenido en Gaza, declaró que tanto su hijo como «los otros 114 rehenes se encuentran abandonados en túneles de Hamás porque (el primer ministro) Netanyahu ha estado retrasando una y otra vez el acuerdo».
«Estamos a un paso de una guerra en varios frentes y necesitamos un acuerdo sobre los rehenes que traiga a nuestros seres queridos a casa, conduzca a un acuerdo en el norte y al regreso de los desplazados a sus hogares, que nos deje respirar de nuevo», ha aseverado, según informaciones recogidas por el diario israelí ‘Haaretz’.
Natalie Zangauker, hermana de Matan, ha pedido al Gobierno de Netanyahu que «deje de sabotear» un posible pacto.