Ferrari ha inaugurado este viernes su nueva fábrica tras una inversión de 200 millones de euros para la producción de sus nuevos modelos de combustión interna, híbridos y el primer vehículos eléctrico de la marca de lujo italiana.
Junto al presidente de la República de Italia, Sergio Matarella, Ferrari ha conseguido poner en pie este nuevo emplazamiento desde donde se producirán el Purosangue y el Sf90 Stradale a partir de 2025 cuando se presentará el eléctrico que llegará a las carreteras más allá de 2026 con un precio superior al medio millón de euros.
El e-building también producirá componentes eléctricos estratégicos que son muy relevantes para diferenciar el modelo de negocio respecto de la competencia de la italiana: baterías de alto voltaje, motores eléctricos y ejes.
Además, el emplazamiento se alimenta de energía procedente de más de 3.000 paneles solares instalados en la cubierta que producen 1,3 MW. Con el cierre de la planta de trigeneración, previsto para finales de año, el edificio quedará alimentado íntegramente con energía renovable, generada tanto a partir de fuentes internas como externas.
«Hemos invertido alrededor de 200 millones de euros en el nuevo edificio electrónico de Maranello», ha afirmado el director general de Ferrari, Benedetto Vigna, con motivo de la inauguración de la nueva planta de producción.
«Ya teníamos los fondos, no utilizamos los beneficios del bono de 500 millones lanzado recientemente al mercado», ha añadido el director financiero, Antonio Picca Piccon.
Las acciones de Ferrari han caído más de un 1% durante la sesión de este viernes en la Bolsa de Valores de Milán hasta cotizar sobre los 386 euros por título, tras incremento de casi el 40% de la capitalización del fabricante en el último año.