Miles de manifestantes han salido este domingo a las calles de Manila, la capital filipina, en el 38º aniversario de la Revolución del Poder Popular que puso fin a 20 años de dictadura de Ferdinand Marcos. Las protestas tienen este año una importancia especial, ya que el actual presidente e hijo del dictador, Ferdinand Marcos Jr., ha decretado el fin de la jornada del 25 de febrero como festivo.
La Campaña contra la Vuelta de los Marcos y la Ley Marcial (CARMMA, por sus siglas en inglés), ha denunciado que la decisión de retirar el festivo es «una burla a la historia, un insulto directo al pueblo», según recoge el diario ‘Phil Star’.
«Han tachado la fecha de la lista de festivo e intentan borrar los nombres de los muertos, desaparecidos y encarcelados bajo la ley marcial (…). Mientras exista la injusticia, la tiranía y la dictadura el Poder Popular seguirá siendo una realidad», ha añadido la CARMMA.
La oposición a Marcos Jr. denuncia además el intento del Gobierno de modificar la Constitución de 1987 y sus preceptos políticos «surgidos de la amplia lucha contra la dictadura», como el límite de mandatos presidenciales, y han recordado que en los libros de texto ya no se califica de «dictadura» el periodo de gobierno de Ferdinand Marcos.
No ha habido declaración presidencial oficial del 25 de febrero, pero Marcos Jr. ha publicado un vídeo en redes sociales por el aniversario en el que ha invitado a los estudiantes estar alerta ante la «desinformación».
«El interés en la historia es muy, muy, muy importante porque tenemos mucho que aprender de ella. El problema es que ahora, con la tecnología que tenemos es muy difícil discernir la verdad de las ‘fake news’. Depende de vosotros. No leáis solo una fuente, leedlo todo», ha aconsejado.
El año pasado sí hubo un discurso en el que dijo que él era «uno con la nación en el recuerdo» de los sucesos de ese histórico día en el que la familia Marcos partió hacia el exilio en Hawái. Anteriormente había descrito la jornada como «una de las más oscuras» de su vida.