El primer ministro en funciones de Francia, Gabriel Attal, ha planteado a la mayoría de los grupos políticos de la Asamblea Nacional «un Pacto de Acción para los Franceses», con vistas a sacar adelante «compromisos legislativos» en aras del interés común.
Attal, que presentó su dimisión tras los malos resultados de su partido en las elecciones legislativas de julio, ha remitido un correo a los líderes del resto de grupos, aunque ha dejado fuera a la ultraderechista Agrupación Nacional y al izquierdista La Francia Insumisa (LFI), según Franceinfo.
Así, a las fuerzas que él llama «de la izquierda republicana y de la derecha republicana» les ha tendido la mano para estar «a la altura del momento». Establece una serie de prioridades, entre las que figura el saneamiento de las cuentas públicas, el refuerzo de la seguridad, la defensa de los servicios públicos y la laicidad.
Esta propuesta llega en pleno proceso de negociación sobre la constitución del futuro Gobierno, ya que las formaciones aliadas del presidente Emmanuel Macron han perdido su mayoría y, en cambio, el grupo con más representantes en la Cámara Baja es el Nuevo Frente Popular, del que forma parte precisamente LFI.
Macron aplazó cualquier debate al respecto hasta que hubiesen acabado los Juegos Olímpicos y, una vez concluida la cita, ha resurgido la quiniela de nombres sobre potenciales primeros ministros. El actual responsable de Interior, Gérald Darmanin, ha admitido en declaraciones a BFM TV que «sería absurdo» que el bando macronista intentase «conservar el poder», habida cuenta de la aritmética parlamentaria.
En relación a la figura del dirigente regional conservador Xavier Bertrand, cuyo nombre figura en las quinielas, Darmanin ha admitido que tiene «grandes cualidades» para liderar el Gobierno. La designación corresponde al presidente Macron, pero el aval definitivo llegará en cualquier caso de la Asamblea Nacional.
Posteriormente, el ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Stéphane Séjourné, ha publicado una carta en la que pide a los «partidos republicanos» que salven sus diferencias para unirse en torno a una propuesta legislativa en común.
Séjourné sostiene que el partido –Renacimiento– está listo para presentar un «plan de acción» para abordar la principales prioridades de Francia, entre ellas su soberanía económica, su seguridad y defensa, medio ambiente y servicios públicos.