Los trabajos de peatonalización e implantación de zona de bajas emisiones que el Ayuntamiento de Alcalá de Henares está realizando en el entorno de la Puerta de Madrid han dejado al descubierto esta semana una parte de la muralla del siglo XIV que rodeaba el recinto del Palacio Arzobispal.
Este miércoles, la alcaldesa complutense, Judith Piquet, y el concejal de Patrimonio, Vicente Pérez, han visitado el hallazgo de los restos de un lienzo de muralla de la antigua fortificación mandado a construir en las últimas décadas del siglo XIV, como defensa del palacio de los arzobispos de Toledo, señores de Alcalá y su tierra.
Se trata de una base de arcillas de color rojizo amarillento, la cimentación y parte del alzado, incluso con los revocos, La parte de lienzo encontrada ahora formaba parte del tramo que conectaba la torre número XIII con la Puerta de Madrid.
Esa parte de la muralla fue demolida en los años 60 del pasado siglo XX junto con la casa que se encontraba adosada a la torre XII (esquina de Andrés Saborit con Puerta de Madrid).
ALCALÁ MEDIEVAL
El recinto amurallado es el vestigio más importante que ha llegado hasta nuestros días de la Alcalá medieval, que comenzó a crecer en torno al templo de los Santos Niños tras la repoblación que siguió a la reconquista cristiana de este territorio por parte del arzobispo Bernardo de Sedirac, en 1118.
El rey de Castilla Alfonso VII donó la villa de Alcalá a los arzobispos de Toledo en 1129, que se convirtieron así en los señores temporales y espirituales del territorio. Como parte de la recuperación de este emplazamiento, los prelados levantaron un palacio-fortaleza, que debió estar ubicado en su ubicación presente.
En concreto, fue durante la época del arzobispo Jiménez de Rada (1209-1247) cuando comenzó a erigirse esa nueva residencia, así como el cercado de la villa con un potente alcázar y robustas defensas. Todo el conjunto urbano quedó abrazado por aquella primitiva muralla.
Siglo y medio después, el arzobispo Tenorio (1377-1399) amplió el recinto del palacio y edificó la cerca interior con sus torres, entre las que sobresale el torreón de Tenorio que aún podemos contemplar entre la plaza del Palacio y la de las Bernardas.
Esta cerca interior, a su vez, dio lugar a un espacio defensivo interior conocido como «albacar» (lugar de refugio para la población), enclave que hoy conocemos como huerta del Palacio Arzobispal. Un fragmento del lienzo que formaba parte de esa zona fortificada es el que ahora ha salido a la luz.
APORTE A LA HISTORIA DE LA CIUDAD
Durante su visita a la zona, Piquet ha destacado la importancia de una «buena gestión patrimonial, la arqueología preventiva y el cumplimiento de la ley» para un descubrimiento que ayudará a comprender mejor la historia de Alcalá.
Por su parte, Pérez ha resaltado que la documentación de este paño de muralla permite ampliar el conocimiento sobre la trama urbana de la ciudad medieval, y el importante papel defensivo de la Puerta de Madrid.